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Beneficio del juego entre padres e hijos

Cuando compartimos una actividad agradable con otra persona, automáticamente el lazo que nos une se afianza.  

Momentos de gratificación en dónde la pasamos bien, nos divertimos, por el hecho de compartir un momento especial con quien amamos nos hace seres felices. Esto pasa cuando jugamos con nuestros hijos, sin importar la edad que estos tengan, compartimos un momento grato con ellos, puede ser un juego de mesa, deporte al aire libre, entrar a la cocina a preparar algo…. En fin… todo cuando quepa en nuestra imaginación…. Obtenemos un verdadero beneficio del juego entre padres e hijos.  Pero para que sea una vivencia que se lleve en el corazón debemos poder compartir el momento y no pasarnos corrigiendo todo lo que hacen mal, pues así solo lo estropearíamos y tendría una consecuencia diferente a la que buscamos, pues dejaría el mensaje, con papá o mamá no se puede pasar bien, siempre están viendo lo que hago mal. En el momento de juego, seamos cómplices, recordando que es “un juego”, pues también uno educa a los hijos a saber pasarla bien.

Pero para que sea una vivencia que se lleve en el corazón debemos poder compartir el momento y no pasarnos corrigiendo todo lo que hacen mal

10 Tips para compartir con tus hijos un momento agradable:

  1. Sorpréndelos destinando un tiempo para compartir con ellos.
  2. Piensa en opciones que para ti sean posibles para compartir con ellos, y que conozcas que a ellos les gusta.
  3. Diles que elijan una actividad dentro de tus opciones propuestas
  4. Involúcrate al 100% en la actividad
  5. No mires tu celular mientras dure la actividad
  6. Dile a tus hijos como has disfrutado compartiendo con ellos
  7. Ofréceles repetir el espacio con ellos con la misma o con otra actividad
  8. Procura concentrarte en todos los aspectos positivos del momento que compartan
  9. Aleja tu atención de los errores, no es momento para corregirlos, sino para compartir en positivo, a no ser que te falten el respeto.
  10. Que ellos sientan que fuiste completamente de ellos durante todo ese tiempo.

Recomendaciones para disfrutar las vacaciones familiares

“Mami, se te ve feliz…. ¿Hay una buena noticia?” O “qué simpático y chistoso que es mi papi, pero si parece un niño…” Estos son los comentarios que hacen los hijos cuando experimentan a sus papas en vacaciones, cuan positivo es que ellos nos vean y nos vivan sin el estrés diario. Cuando en una familia salimos de lo cotidiano y nos relajamos, mostramos facetas que nos sorprenden incluso a nosotros mismos, posibilitando un encuentro más espontáneo…y un ambiente familiar pacifico y alegre.

En la medida de nuestras posibilidades planifiquemos unos momentos de vacaciones junto a nuestros hijos.

Aprovechemos para salir de nuestra ciudad y viajar a la playa o sierra, cambiar de actividad y descansar juntos en familia.


Recomendaciones para disfrutar las vacaciones familiares

Expectativas aterrizadas: Es importante conocer y ponernos de acuerdo en pareja en qué tipo de vacaciones serán y lo que esperamos de ellas, y esto compartirlo con los hijos. Pues si vamos a la playa con la idea de pasarla en familia y los hijos se van cada uno por su lado, estaremos decepcionados y molestos. Lo más saludable es sentarse en familia y que cada uno de su opinión sobre lo que espera del viaje para así en lo posible tratar de dar gusto a todos.

Tareas repartidas: Evitemos malos entendidos y frases como “detesto las vacaciones, todos pasan bien menos yo”, o, “estos chicos son unos frescos, ingratos, se quejan por todo, y no ayudan en nada”.

La única forma de evitar éstos malos entendidos es aclarando y repartiendo tareas antes del viaje entre todos los miembros de la familia, así cada uno tendrá su área de responsabilidad y no recaerá todo sobre el papá y la mamá.

El presupuesto: Para que las vacaciones sean placenteras, los papás deben tener claro cual es el presupuesto del viaje, para que así puedan ponerse límites ellos y a sus hijos y eviten las discusiones por dinero que se dan al no conocer hasta dónde pueden llegar con el gasto.

Animo positivo: Nos corresponde a los papás dar el ejemplo del ánimo en positivo, estar de buen humor, tomar las iniciativas, escuchar a los hijos, para así lograr acuerdos en dónde todos se sientan escuchados y por lo tanto importantes.

Actitud flexible: Si cuando estemos ya de vacaciones nuestros hijos nos hacen alguna propuesta que está fuera de lo planificado, escuchemos lo que tienen que decir, pues es muy probable que en esa propuesta está el sentir de él y de sus hermanos.  Si lo que propone es viable, considerar un cambio de planes podría significar una ganancia familiar.

Actitud de escucha:  Esforcémonos por tener una actitud de escucha para que todos nuestros hijos se sientan tomados en cuenta en las decisiones que tomemos, y por lo tanto se sientan incluidos como parte importante de los planes de vacaciones.

Busquemos a través de las vacaciones “Vivencias familiares que llenen el corazón que serán recordadas por nuestros hijos toda la vida con amor”

Cuando compartes con tus hijos experiencias con amor, son recordadas con amor. 

6 cuentos para compartir con los niños de 2 a 6 años

Llegaron las vacaciones y con ellas viene mucho tiempo libre, aprovecha parte de este tiempo para introducir a tus hijos a la lectura, buscando libros adecuados a su edad y de temas que tú sabes que les interesarán. Así les enseñas a adentrarse en nuevos mundos extraordinarios que estimulan su imaginación, o los llenan de aprendizaje. Si son pequeños y no saben leer todavía, léeles el cuento usando todo tipo de entonaciones, para que sea interesante y captes tu atención. Puede suceder que les guste uno y quieran que se los repitas varias veces, hasta que se lo aprenden de memoria y luego te ayudarán a contarlo. Cuentos para fomentar la lectura en estas vacaciones junto a tus hijos.

1. Teo y sus abuelos

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De la mano de Teo, el niño podrá identificarse con los diversos personajes y situaciones, y revivirá el mundo que lo rodea. Esta es una colección de varios títulos, en la que TEO descubre el mundo.

2. Cuando estoy contento

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Cuando estoy contento pertenece a una colección sobre los sentimientos, que pueden leer con sus hijos, al final de cada cuento hay una nota para los padres realizadas por un psicólogo.

3. Cuentos para sentir

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Colección “Cuentos para Sentir” escritos por la Ps. Begoña Ibarrola, presenta una amplia variedad de historias sobre los sentimientos, en la que en cada cuento viene una ficha coleccionable para padres y un póster con propuestas de actividades para el niño.

4. Poesías para la suerte y otras rimas

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Una breve antología para disfrutar de la poesía con tus hijos.

5. La leyenda del maiz Crespín

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Una peculiar historia sobre la perseverancia y esfuerzo.

6. Los cuentos de Mía

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Ven a descubrir junto a una traviesa niñita mágica lo divertido que puede ser el mundo de la imaginación.  

Esta es una colección de 6 historias que podrás disfrutar junto a tus niños.

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Solo necesitas decir que eres lector de nuestro blog.

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¿Cómo entretener a los niños en vacaciones?

Para la nueva generación de madres y padres entretener a los hijos se ha convertido en una nueva tarea y gran desafío.  Los hijos esperan que el entretenimiento esté proporcionado por los padres, y estos han asumido como una responsabilidad.  Ni los niños quieren estar aburridos, ni los padres les permiten aburrirse. Pertenezco a una generación en la cual entretenerse o aburrirse era una decisión personal, no una responsabilidad de los padres.

En la medida en que la diversión venga de parte de los padres y los hijos se sienten a esperar que esto suceda estaremos educando una generación de chicos cómodos, inseguros, dependientes de otros, que no se hacen dueños de generar cambios y posibilidades de hacer las cosas distintas, sino que están a la espera de que otros lo hagan por ellos.

¡Que tal si dejamos de ser proveedores de entretenimiento para nuestros hijos y permitimos que ellos lo hagan solos, en lugar de pensar en como entretener a los niños en vacaciones!

Recuerden como lo hacíamos cuando eramos niños: seguramente desarrollamos la creatividad  jugando con lo que teníamos alrededor, compartiendo con los vecinos o primos e inventando alguna aventura, días largos en la playa, o en el campo, o en nuestro vecindario, tal vez largas partidas de juegos de mesa. Nuestros padres nos daban la libertad para crear y elegir. ¿Aburrirse? nunca, pues dependía de uno mismo ingeniarse para divertirse.

¿Cómo permitir que sus hijos aprendan a divertirse por sí solos?

  • Deja de sentirse responsable o culpable porque te dicen que están aburridos
  • No pierdas la paz porque ellos te digan que están aburridos
  • Diles que busquen como entretenerse ellos mismos
  • Puedes darles algunas ideas y luego dejar que ellos lo desarrollen
  • Procura que en casa hayan juegos de mesa, papeles, colores, materiales con los que ellos puedan ser creativos
  • Si tienes poco espacio en casa, se flexible y permíteles jugar fuera de la habitación mientras sean cuidadosos con las otras áreas de casa, aunque desordenen un poco
  • Si tienes un jardín los juegos pueden ser interminables: bañarse con la manguera de agua, andar en bicicleta, jugar con la pelota, buscar las hormigas, etc.
  • Está bien que se ensucien, después les pides que dejen la ropa sucia en el fregadero y se bañen
  • Que cocinen un postre (no estaría mal dar un vistazo a LAS chocochips)
  • Pueden invitar a unos amigos a casa, o a los vecinos o primos, lo que significa que jugarán entre todos aumentando las posibilidades de creatividad
  • Deja de pensar que divertirse significa gastar dinero en actividades fuera de casa
  • Limita el uso indiscriminado de tablets en vacaciones, pues su uso evita que ellos desarrollen otras habilidades como son las relaciones con sus pares y el uso de su imaginación o capacidades motoras

El primer cambio para dejar de tener niños aburridos, es dejar de pensar que es cierto y que somos los padres los que debemos entretenerlos.  Ayúdalos a que se responsabilicen de su entretenimiento creyendo que pueden hacerlo y facilitándoles los medios para lograrlo.

¡Seguro tendrán luego de éste aprendizaje unas vacaciones súper divertidas, y una lección para la vida!

Educar a los hijos en el sufrimiento

Un título que nos puede llamar la atención, como a mí me sucedió cuando lo escuché de un educador de Puerto Rico que lo planteó en una de sus clases: "Educar a los hijos en el sufrimiento"… sin embargo con el paso de los años y las experiencias vividas, lo veo como una realidad válida de ser reflexionada, para hacer de nuestros hijos personas capaces de enfrentar y vencer con fortaleza los obstáculos y las dificultades cotidianas.

Renunciemos a la sobreprotección, y construyamos pilares fuertes para que aprendan a resolver sus inconvenientes con rectitud y astucia.

Tan pronto ellos puedan hacer las cosas por sí mismos debemos permitírselos, no facilitarles todo lo que ya son capaces de realizar, aunque lo hacemos con cariño, en realidad no los estamos preparando para la realidad que les tocará vivir.

Nuestra principal función como padres es dejar de ser imprescindibles lo más pronto posible y dejar que nuestros hijos se desenvuelvan de modo autónomo de acuerdo a su edad y con la madurez que le hayamos permitido adquirir.

Es fundamental que los chicos reciban responsabilidades en momentos oportunos, para que aprendan a manejarse como niños y jóvenes; y así convertirse en adultos que sepan responder a los retos que se presenten en los diferentes aspectos de su vida: familiar, social, laboral, espiritual.

Que el lema de sus vidas sea: Libertad con responsabilidad. Los chicos a medida que crecen, y ahora cada vez más temprano, demandan bienes materiales o libertades, que de pronto no son necesarios ni adecuados para su edad: celulares con internet ilimitado, juegos electrónicos de punta, ropa de marca, viajes costosos, horarios hasta muy tarde en las fiestas, entre otras exigencias, que lamentablemente, por desconocimiento se les concede.  Haciendo crecer en su mente la ilusión de un mundo lleno de facilidades y perjudicando su desarrollo emocional, académico y social.

Debemos ejercitar virtudes como el orden, la obediencia y la sinceridad; acciones que repetidas a lo largo de su infancia les den las armas para enfrentar los años venideros.

Virtudes válidas para lograr que nuestros hijos sean buenos cristianos y honrados ciudadanos (S. Juan Bosco):

  • la fortaleza, que les permita perseverar en lo que deban realizar sin dejarse vencer por el agobio;
  • la templanza, para gastarse sin reservas y superar la comodidad y el egoísmo;
  • la justicia, para cumplir con honradez los deberes con Dios, la sociedad y la familia, y
  • la prudencia, para saber elegir sus acciones y palabras frente a los acontecimientos diarios.

Así criaremos ciudadanos que le permitan salir a nuestro País de las dificultades, ya que contar con persona que se rijan por la ética y los valores permitirá plasmar en nuestra sociedad una visión de respeto, generosidad y confianza.

Aunque nos cueste, dejemos que nuestros hijos se levanten solos al caer cuando aprenden a caminar, aprendamos a no adular sus pesares académicos con la excusa del cansancio, sino que permitámosles exigirse más, intentar más; para que puedan rebasar los límites de la vagancia y cumplan con los desafíos propios de su edad.

Renunciemos a la sobreprotección, y construyamos pilares fuertes para que aprendan a resolver sus inconvenientes con rectitud y astucia.

Cuanto más los entrenemos, estaremos tranquilos de saber que les supimos dar lo que necesitaban: un poco de lo que piden y más de lo que realmente necesitan: cariño, tiempo, confianza y sobre todo AMOR pero en obras, no solo en palabras.

Hay que permitirles que sufran para que sepan disfrutar de las alegrías de la vida y puedan, a su vez, afrontar sus dificultades.

Tu mejor regalo de navidad

¡Tu mejor regalo de navidad!

¡Compartir con las personas que amamos! La navidad es una fiesta en la que compartir con las personas significativas a las que amamos constituye lo más importante. Te invito hoy a que valoremos y disfrutemos de aquellos que están junto a nosotros, pues puede ser que algún día nos falten y recordemos con tristeza que estuvimos molestos o resentidos porque no me dieron algún regalo que pedí, o no tuve algo que anhelé, en vez de disfrutar lo significa su compañía, su amor. Las fiestas familiares las tenemos profundamente arraigadas en nuestro corazón como momentos positivos o negativos dependiendo de las experiencias de amor, de encuentro, de desencuentro o de pérdidas que hemos vivido.

Que en ésta navidad podamos compartir de manera especial y disfrutar la compañía de nuestros hijos, de nuestros padres, de nuestros esposos, de cada una de esas personas que hacen nuestra vida especial, y la llenan de AMOR.    

La Navidad

Navidad es una fiesta que desde hace mucho tiempo se celebra en casi todo el globo terrestre. Los cristianos celebramos el 25 de diciembre el nacimiento de Jesús, nuestro Salvador, siendo una fecha que está relacionada con unión familiar, alegría e ilusión. De alguna manera todos aspiramos a celebrar estas fiestas en un entorno de amor, sin embargo, es la época del año en que más conflictos se hacen presentes, en donde se evidencian los problemas familiares que hemos vivido durante el año, sentimos más cerca la pérdida de algún familiar cercano fallecido o sentimos soledad.

Durante el mes de diciembre salimos completamente de la rutina del año, pues tendremos diferente tipos de compromisos sociales, religiosos, laborales y familiares.   Al aumentar las reuniones sociales, sea con amigos, compañeros de trabajo o familia, nuestra y de nuestros hijos, para las que debemos disponer de tiempo y dinero, pues siempre hay que colaborar con algo para comer o un regalo, nos convertimos en masters en logística, pues cumplir con todos los compromisos de todas las personas de la familia es complicado. Adicionalmente habrá que preparar cena o almuerzo navideño y comprar muchos regalos, papel de regalo, lazos, tarjetitas… lo que también implica un aumento considerable del presupuesto mensual.

Si a toda esta presión de cosas por hacer y gastos, sumamos cómo nos sentimos, podríamos enfrentarnos a un coctel de estrés significativo, que debemos canalizar para no explotar y arruinar así lo que esperamos que sea la Navidad. Depende en gran medida de nosotros, ¿en qué queremos convertir nuestra Navidad? pues podríamos tener en cuenta todos los aspectos que son estresantes para nosotros, de tal forma que nos podamos preparar; cuando conocemos o identificamos lo que nos preocupa, tenemos más herramientas para manejarlo.

La Navidad ¡Epoca de emotividad!

La Navidad por ser básicamente una celebración familiar y de alegría aumenta nuestra sensibilidad, pues para muchos la realidad puede haber cambiado significativamente de un año al otro. Es justamente para Navidad que evaluamos nuestro año, y si nuestros proyectos familiares o profesionales no han salido como esperábamos es posible que nos sintamos tristes o frustrados. Si hemos sufrido la pérdida de un ser querido durante el año, lo vamos a extrañar, o si la pérdida fue hace mucho tiempo, es en Navidad cuando se nos hace presente. Hay quienes aseguran que la Navidad nunca más será motivo de alegría después de la muerte del ser querido. También están quienes sufrieron una separación o divorcio, en fin, tantas cosas… Cualquiera que haya sido la crisis que hayamos vivido durante el año, es en Navidad cuando reaparece a nivel emocional. Adicionalmente, si el dinero no alcanza para comprar todos los regalos que quisiéramos, nos sentimos frustrados. Tenemos muchas expectativas de cómo debería celebrarse la Navidad, pero como éstas no necesariamente se cumplen, tendemos a sentirnos especialmente emotivos, de tal forma que cualquier situación de estrés nos detona. Como lo mencionamos antes, hay factores de preocupación propios de estas fiestas como decidir con quién compartiremos la cena, a quién daremos regalos, el presupuesto de diciembre alcanzará o no, se viene año nuevo con más gastos… en fin, mucho que hacer, y muy poco tiempo. Al existir éstos factores estresantes los esposos nos sentimos presionados y se inician   las discusiones y peleas al no poder llegar a un acuerdo, o porque al estar emotivos rechazamos o mal interpretamos cualquier sugerencia que se nos haga.

Situaciones de estrés común en navidad:

El presupuesto: es recomendable realizar un presupuesto de mutuo acuerdo, de igual forma es indispensable consensuar el financiamiento del mismo. Para esto es necesario que hagan una lista de los gastos y prioricen lo que para cada uno es indispensable hasta que logren una lista en común, en donde recojan la opinión de los dos. Esto que parece sencillo es una tarea titánica, no estaremos de acuerdo en todo, pero tendremos que ceder unos espacios para ganar otros. Las pérdidas: Si un ser querido ha fallecido, hemos perdido el trabajo, alguien de nuestra familia se ha ido a vivir al extranjero, o hemos recibido la noticia de una enfermedad grave, tendremos motivos válidos para sentirnos tristes. Esta realidad golpea a toda la familia, cada uno tendrá una forma diferente de manifestarlo, y seguro que unos necesitarán de la fuerza y ánimo de los otros para salir adelante, y hacer así su mejor esfuerzo. Para las personas que están atravesando una separación o divorcio será una época en que sentirán de forma especial la ausencia del otro cónyuge y vivirán la nueva forma de ser familia. Los conflictos: Los conflictos familiares o de pareja se hacen más visibles en Navidad. Aprovechemos de ésta época para buscar el perdón y superarlos, en vez de hacerlos más profundos. Resulta indispensable, si queremos tener una Feliz Navidad, revisarnos, y descubrir si estamos especialmente sensibles por alguna razón, conversarlo con nuestro cónyuge, para que pueda ponerse en nuestros zapatos, nos entienda, y a la vez nos ayude. Esto es mucho mejor, que por estar presos de nuestra emotividad, terminemos peleando y teniendo conflictos conyugales o desquitando nuestro mal genio con nuestros hijos.

Las Chocochips

Escribo desde el cielo de las galletas, o de la tierra del Cookie Monster, no sé de dónde exactamente, pero aquí me quedo. Estas galletas aunque son súper simples, son deliciosas, igualitas a las que cocinaba de chiquita cuando mis amigas venían a ver películas, hoy las vuelvo a hacer pero con un toque gourmet para ver películas con las mismas amigas, porque hay cosas que nunca cambian y en un mundo tan acelerado, eso es hermoso. Eso logra la cocina en muchos de nosotros, ya sea cocinar para nuestros seres queridos, o que alguien que nos quiere cocine con amor para nosotros. La cocina es memoria, cultura, tradición y mucho amor, esto es lo que quiero compartir con ustedes en este blog, dentro de una página tan linda que comparte los valores bajo los que fui criada.

LAS chocochips (hago énfasis en LAS porque son de locos)

Rinde 46 galletas , pequeñas chocochip01

Ingredientes:
  • 1tz de mantequilla
  • ½tz de azúcar blanca
  • 1 1/2 tz de azúcar morena
  • 2 huevos
  • 2 1/2tz de harina sin polvo de hornear
  • 1 cucharadita de esencia de vainilla
  • 1 cucharadita de polvo de hornear
  • 1 pizca de sal
  • 300 gr de chocolate en barra picado

Variaciones opcionales: Para dar un toque diferente a las galletas chocochip tradicionales podemos:

  • agregar un poco de sal encima de la masa antes de ser horneada, o
  • mezclarlas con nueces picadas, o
  • avena, o
  • frutas secas, o
  • lo que tu imaginación y tu antojo te pidan.
Pasos:

1. Batir la mantequilla (a temperatura ambiente) con el azúcar hasta que quede pálida y cremosa, puede ser con batidora o a mano.
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2. Agregar huevos uno por uno.

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 3. Agregamos esencia de vainilla, y después el royal, sal y la harina

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4. Con una espátula o cuchara de palo agregar los chips de chocolate y los extras que deseen, Yo agregué almendras picadas a una parte de la masa, a otra, frambuesas frescas que se hicieron puré cuando lo mezclé, la fruta fresca le da un toque de otro mundo así que sin miedo inténtenlo, ya sean frambuesas, mora, frutillas o lo que se les antoje. A otra parte de la masa de galletas antes de hornearlas les espolvoree sal marina.    

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5. Hacer bolitas de el mismo tamaño, como de una cucharada de masa, y hornear por 12 minutos a 180 grados     

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Ser abuelos: una nueva etapa en la vida

Una vez que nace nuestro primer hijo nos convertimos en padres, y lo seremos por toda su vida.

Un rol como éste, que nace del amor entre esposos, y se mantiene en el amor al hijo, no tiene fecha de caducidad, ni tiempo de duración; es para siempre. Podemos atravesar por un distanciamiento, o conflicto, pero aquello no termina con el vínculo, el dolor que sufrimos es una muestra de cómo se mantiene a pesar de las dificultades.

SER PADRES, es un rol que atraviesa por diferentes etapas de madurez, así como por distintas formas de intervenir: cuando son pequeños, totalmente presentes en una relación de dependencia; cuando son adolescentes, guiándolos y permitiendo que se equivoquen; al salir de casa, guardando una prudente distancia, interviniendo y manteniendo los límites necesarios; pero siempre, en todas las etapas, estaremos amando.

Convertirnos en abuelos no es resultado de nuestra decisión, ni nos afecta la vida dramáticamente como fue cuando elegimos ser padres, pero introduce cambios, nuevas formas de afectos, la oportunidad de un nuevo rol y el poder ver a nuestros hijos en el papel que nosotros ya hemos ejercido… y en el cual tenemos un camino recorrido con eventos positivos y negativos.

Que la experiencia como padres nos sirva para contribuir a los nuevos papás, para sumar, no para causar conflicto o desestabilizar a la nueva pareja, imponiendo criterios o comportamientos, impidiendo que ellos se empoderen de su nuevo rol, tratándolos como niños que no saben, sino, confiando… y disfrutando de verlos crecer  como padres.

¿Qué significa ser abuelo? Descubriendo el nuevo rol

Comienza una nueva y maravillosa experiencia, no es lo mismo ser abuelo, que padre, en relación al nieto, la gran diferencia radica en que tienen responsabilidades distintas frente él.

Los nuevos abuelos, están en una etapa del ciclo de vida en la que empiezan a tener más tiempo disponible para ellos, y han aprendido a disfrutar más de la vida, teniendo menos responsabilidades ya que sus hijos son mayores y está cada uno embarcado en su vida, más independientes, y saliendo de casa o pensando en hacerlo.

Cuando nacen los nietos, los nuevos abuelos deben encontrar su lugar en la nueva estructura familiar, pues hasta ahora sólo han sido padres, y sus hijos, sólo hijos... a partir del nacimiento de los nietos, los hijos se convierten en padres también, lo que significa que tendrán con sus propios padres una relación más igualitaria, valorando todo aquello que hicieron por ellos, que ahora al tener a su hijo les será visible.

Los abuelos son una fuente inagotable de amor hacia sus nietos, así como de los nietos a los abuelos.

La presencia de los nietos llena de alegría la vida de los abuelos, siendo una relación natural y espontánea en donde ambos conocen que los abuelos son más permisivos y existirán más libertades con ellos, disfrutando más, pues no habrá ni el estrés, ni la responsabilidad, como las tuvieron con sus propios hijos.

La relación con los nietos será mucho más exitosa si viven cerca, se frecuentan regularmente, ocupan su rol y no el de papás.

Nosotros los padres, modelo para nuestros hijos

Al ser a la vez padres y abuelos, están en un nuevo momento de su vida, en el que ya han formado a sus hijos, y están disfrutando de sus nietos.

Es una oportunidad para que los hijos los respeten y aprecien más si los sienten cercanos, prudentes, respetuosos, conciliadores con el manejo de las relaciones con ellos, con nueras, yernos, y familias políticas. Sintiendo apoyo constante y no oposición por llevar la contraria.

Cuando son padres entrometidos, aunque lo hagan en nombre del amor, se corren el riesgo de tener como respuesta la lejanía del hijo y su familia, pero la prudencia de saber cuándo acercarse y cuándo alejarse debe ser una brújula en el camino de la relación con los hijos.

Es mejor estar cerca, pendiente, dispuesto a escuchar, ayudar y aconsejar si  ellos así nos lo piden.  Ellos se acercarán por nuestro concejo si lo sintieran necesario.

Es hora de confiar en que los educaron bien, y ya son adultos a quienes deben permitir tener libertad para conformar sus propias familias.

Violencia Filio-Parental, ¿qué es y cómo evitarla?

Hablamos de violencia Filio-Parental cuando nos referimos a las agresiones de hijos a sus progenitores.  No son un problema nuevo. Han existido siempre, asociadas a trastornos psicóticos, adicciones a drogas, retrasos mentales graves, o diversos trastornos mentales de origen orgánico.

Pero en los últimos años estamos asistiendo en España, –donde el problema tiene al parecer una mayor visibilidad- y en todos los países que comparten una serie de valores que podemos englobar bajo el término “cultura occidental”, a un nuevo tipo de agresiones a los progenitores, una “nueva” Violencia Filio-Parental (en adelante, VFP). (Pereira, 2006)

Esta nueva VFP se da en todo tipo de familias: monoparentales, nucleares, reconstituidas, adoptivas, etc. Tampoco hay diferencias por el estrato social o económico. No tienen, en la mayoría de los casos, antecedentes por consultas en servicios sociales o sanitarios, es decir, son familias “normalizadas” y de todo tipo. (Pereira y Bertino, 2009)

Los agresores son de un amplio abanico de edades, desde la infancia hasta la edad adulta, con mayor incidencia en la adolescencia. Son por igual chicos y chicas, con diferencias respecto al tipo de violencia que ejercen: los chicos llegan con más facilidad a la violencia física, mientras que las chicas se quedan más a menudo en la violencia psicológica. Va dirigida hacia sus progenitores, o aquellos adultos que ocupan su lugar: tutores, abuelos, educadores, etc. Agreden con más frecuencia a las madres que a los padres, dado que éstas suelen estar más entrampadas en la relación y más involucradas en la educación de los hijos. No se trata de una violencia de género, porque también los padres son objeto de la agresión con mucha frecuencia, y el género del agresor y agredido coincide muy a menudo: hijos a padres, hijas a madres, etc.

Se trata de agresiones reiteradas que generalmente se producen en escalada:
  • comienzan con agresiones verbales –insultos, lenguaje despectivo
  • continúan con amenazas –verbales o no verbales, gestos-,
  • ruptura de objetos –generalmente apreciados por el agresor
  • hasta llegar a las agresiones físicas de índole cada vez más grave. (Pereira y Bertino, 2009)

Con frecuencia se asocia al consumo de tóxicos, aunque éstos actúan más como “facilitadores” de las agresiones, y no pueden conceptuarse como el núcleo central del problema.

¿Qué es lo que está produciendo este espectacular incremento de Violencia Filio-Parental en tantos países?

Es difícil asociarlo con causas individuales. No podemos hablar de origen genético, dada la extensión del fenómeno. Ni estamos hablando de comportamientos psico o sociopáticos extendidos, dado que la violencia con frecuencia se produce únicamente en el interior del hogar familiar.

Más bien la extensión del problema nos hace pensar en cambios socio-culturales que afectan al funcionamiento familiar.  Los sistemas educativos – tanto el escolar como el familiar – se han vuelto más horizontales, y las distancias entre los sistemas jerárquicos de ambos se han acortado.

Cada vez es más difícil para los padres – o para los profesores – ejercer la autoridad. La utilización de la corrección física está descartada – en la mayor parte de los países europeos es un delito – y la percepción de apoyo social para esa tarea se ve cada vez más débil. La sociedad occidental es cada vez es más permisiva con la violencia de niños y adolescentes, que se ven continuamente bombardeados por mensajes violentos en los medios audiovisuales, mientras que a los padres cada vez se les tolera menos. Los padres pierden autoridad, y los hija/os cada vez tienen más poder en las familias. A veces tienen todo el poder, y se vuelven hijos tiranos de sus propios padres. Tener el poder les resulta deseable, pues les permite tener más libertad de actuación, y conseguir objetivos difíciles de alcanzar a su edad. Pero carecen de legitimidad para ejercerlo. Y para mantener un poder sin legitimidad es necesario utilizar la coerción, la violencia.

¿Cómo pueden los padres evitar que esto suceda?

EDUCANDO a los hijos. Educar no es una tarea fácil. Requiere tener ideas claras sobre lo que se desea transmitir, firmeza y constancia para hacerlo, y ser capaz de transmitir afecto, para que la imposición de normas no se convierta en un acto frío y totalitario, que genera rechazo en lugar de aceptación.

Algunas sencillas normas serían:

- Utilice el modelo que ha aprendido en su familia, si le ha ido bien. Si no, busque modelos alternativos en otros miembros de la familia o en los amigos. - Si tiene pareja, es posible que no coincidan exactamente en lo aprendido. Hablen mucho del tema, y procuren ponerse de acuerdo. - Si no lo consiguen, discutan lo que sea necesario, pero NUNCA introduzcan a sus hijos en sus conflictos. - Traten de llegar a consensos antes de impartir normas; pero si no han sido capaces, NUNCA desautoricen o boicoteen las de su pareja. - Es posible que en algún momento les vayan las cosas mal. Tal vez se hayan quedado solos/as tras una separación, y necesiten apoyo, consuelo y compañía. Búsquenlo, pero no en sus hijos. Sus hijos no son sus parejas ni sus amigos. Si se hacen amigos de sus hijos, les dejan huérfanos: no se puede ser padre y amigo a la vez. - Interésese de lo que le ocurre a sus hijos. Trate de estar al tanto de qué hacen y con quién lo hacen. Pero tampoco les sobreproteja. Los hijos tienen que aprender a resolver los problemas por sí mismos, y asumir riesgos razonables. - Si entra en conflicto con su hijo/a, y cree que debe reprobar o castigar su conducta, nunca lo haga “en caliente”, estando ambos alterados: espere a que las cosas se calmen, y aplique el correctivo que le haya parecido oportuno, y que sea proporcional a la infracción, explicando porqué lo hace.

- Y nunca, nunca, permita un insulto, un empujón, un mal gesto sin expresar con firmeza su desaprobación y su exigencia de que no se vuelva a repetir.

Recuerde la importancia de explicar a su hijo lo necesario que son valores como la empatía, la solidaridad, la compasión, la paciencia. No se desanime, y cuando flaquee, busque refuerzos. Y siempre, siempre, acompañe todo esto con mucho amor. Amor y firmeza, que no son en absoluto incompatibles. Bilbao, Octubre de 2015 Lea también: Hijos seguros y amados 

 

 

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