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¿Cómo entretener a los niños en vacaciones?

Para la nueva generación de madres y padres entretener a los hijos se ha convertido en una nueva tarea y gran desafío.  Los hijos esperan que el entretenimiento esté proporcionado por los padres, y estos han asumido como una responsabilidad.  Ni los niños quieren estar aburridos, ni los padres les permiten aburrirse. Pertenezco a una generación en la cual entretenerse o aburrirse era una decisión personal, no una responsabilidad de los padres.

En la medida en que la diversión venga de parte de los padres y los hijos se sienten a esperar que esto suceda estaremos educando una generación de chicos cómodos, inseguros, dependientes de otros, que no se hacen dueños de generar cambios y posibilidades de hacer las cosas distintas, sino que están a la espera de que otros lo hagan por ellos.

¡Que tal si dejamos de ser proveedores de entretenimiento para nuestros hijos y permitimos que ellos lo hagan solos, en lugar de pensar en como entretener a los niños en vacaciones!

Recuerden como lo hacíamos cuando eramos niños: seguramente desarrollamos la creatividad  jugando con lo que teníamos alrededor, compartiendo con los vecinos o primos e inventando alguna aventura, días largos en la playa, o en el campo, o en nuestro vecindario, tal vez largas partidas de juegos de mesa. Nuestros padres nos daban la libertad para crear y elegir. ¿Aburrirse? nunca, pues dependía de uno mismo ingeniarse para divertirse.

¿Cómo permitir que sus hijos aprendan a divertirse por sí solos?

  • Deja de sentirse responsable o culpable porque te dicen que están aburridos
  • No pierdas la paz porque ellos te digan que están aburridos
  • Diles que busquen como entretenerse ellos mismos
  • Puedes darles algunas ideas y luego dejar que ellos lo desarrollen
  • Procura que en casa hayan juegos de mesa, papeles, colores, materiales con los que ellos puedan ser creativos
  • Si tienes poco espacio en casa, se flexible y permíteles jugar fuera de la habitación mientras sean cuidadosos con las otras áreas de casa, aunque desordenen un poco
  • Si tienes un jardín los juegos pueden ser interminables: bañarse con la manguera de agua, andar en bicicleta, jugar con la pelota, buscar las hormigas, etc.
  • Está bien que se ensucien, después les pides que dejen la ropa sucia en el fregadero y se bañen
  • Que cocinen un postre (no estaría mal dar un vistazo a LAS chocochips)
  • Pueden invitar a unos amigos a casa, o a los vecinos o primos, lo que significa que jugarán entre todos aumentando las posibilidades de creatividad
  • Deja de pensar que divertirse significa gastar dinero en actividades fuera de casa
  • Limita el uso indiscriminado de tablets en vacaciones, pues su uso evita que ellos desarrollen otras habilidades como son las relaciones con sus pares y el uso de su imaginación o capacidades motoras

El primer cambio para dejar de tener niños aburridos, es dejar de pensar que es cierto y que somos los padres los que debemos entretenerlos.  Ayúdalos a que se responsabilicen de su entretenimiento creyendo que pueden hacerlo y facilitándoles los medios para lograrlo.

¡Seguro tendrán luego de éste aprendizaje unas vacaciones súper divertidas, y una lección para la vida!

Educar a los hijos en el sufrimiento

Un título que nos puede llamar la atención, como a mí me sucedió cuando lo escuché de un educador de Puerto Rico que lo planteó en una de sus clases: "Educar a los hijos en el sufrimiento"… sin embargo con el paso de los años y las experiencias vividas, lo veo como una realidad válida de ser reflexionada, para hacer de nuestros hijos personas capaces de enfrentar y vencer con fortaleza los obstáculos y las dificultades cotidianas.

Renunciemos a la sobreprotección, y construyamos pilares fuertes para que aprendan a resolver sus inconvenientes con rectitud y astucia.

Tan pronto ellos puedan hacer las cosas por sí mismos debemos permitírselos, no facilitarles todo lo que ya son capaces de realizar, aunque lo hacemos con cariño, en realidad no los estamos preparando para la realidad que les tocará vivir.

Nuestra principal función como padres es dejar de ser imprescindibles lo más pronto posible y dejar que nuestros hijos se desenvuelvan de modo autónomo de acuerdo a su edad y con la madurez que le hayamos permitido adquirir.

Es fundamental que los chicos reciban responsabilidades en momentos oportunos, para que aprendan a manejarse como niños y jóvenes; y así convertirse en adultos que sepan responder a los retos que se presenten en los diferentes aspectos de su vida: familiar, social, laboral, espiritual.

Que el lema de sus vidas sea: Libertad con responsabilidad. Los chicos a medida que crecen, y ahora cada vez más temprano, demandan bienes materiales o libertades, que de pronto no son necesarios ni adecuados para su edad: celulares con internet ilimitado, juegos electrónicos de punta, ropa de marca, viajes costosos, horarios hasta muy tarde en las fiestas, entre otras exigencias, que lamentablemente, por desconocimiento se les concede.  Haciendo crecer en su mente la ilusión de un mundo lleno de facilidades y perjudicando su desarrollo emocional, académico y social.

Debemos ejercitar virtudes como el orden, la obediencia y la sinceridad; acciones que repetidas a lo largo de su infancia les den las armas para enfrentar los años venideros.

Virtudes válidas para lograr que nuestros hijos sean buenos cristianos y honrados ciudadanos (S. Juan Bosco):

  • la fortaleza, que les permita perseverar en lo que deban realizar sin dejarse vencer por el agobio;
  • la templanza, para gastarse sin reservas y superar la comodidad y el egoísmo;
  • la justicia, para cumplir con honradez los deberes con Dios, la sociedad y la familia, y
  • la prudencia, para saber elegir sus acciones y palabras frente a los acontecimientos diarios.

Así criaremos ciudadanos que le permitan salir a nuestro País de las dificultades, ya que contar con persona que se rijan por la ética y los valores permitirá plasmar en nuestra sociedad una visión de respeto, generosidad y confianza.

Aunque nos cueste, dejemos que nuestros hijos se levanten solos al caer cuando aprenden a caminar, aprendamos a no adular sus pesares académicos con la excusa del cansancio, sino que permitámosles exigirse más, intentar más; para que puedan rebasar los límites de la vagancia y cumplan con los desafíos propios de su edad.

Renunciemos a la sobreprotección, y construyamos pilares fuertes para que aprendan a resolver sus inconvenientes con rectitud y astucia.

Cuanto más los entrenemos, estaremos tranquilos de saber que les supimos dar lo que necesitaban: un poco de lo que piden y más de lo que realmente necesitan: cariño, tiempo, confianza y sobre todo AMOR pero en obras, no solo en palabras.

Hay que permitirles que sufran para que sepan disfrutar de las alegrías de la vida y puedan, a su vez, afrontar sus dificultades.

Tu mejor regalo de navidad

¡Tu mejor regalo de navidad!

¡Compartir con las personas que amamos! La navidad es una fiesta en la que compartir con las personas significativas a las que amamos constituye lo más importante. Te invito hoy a que valoremos y disfrutemos de aquellos que están junto a nosotros, pues puede ser que algún día nos falten y recordemos con tristeza que estuvimos molestos o resentidos porque no me dieron algún regalo que pedí, o no tuve algo que anhelé, en vez de disfrutar lo significa su compañía, su amor. Las fiestas familiares las tenemos profundamente arraigadas en nuestro corazón como momentos positivos o negativos dependiendo de las experiencias de amor, de encuentro, de desencuentro o de pérdidas que hemos vivido.

Que en ésta navidad podamos compartir de manera especial y disfrutar la compañía de nuestros hijos, de nuestros padres, de nuestros esposos, de cada una de esas personas que hacen nuestra vida especial, y la llenan de AMOR.    

Navidad: ¿Con tu familia o con la mía?

Navidad: ¿Con tu familia o con la mía?

Cuando una pareja está recién casada se enfrenta en Navidad a elegir qué tradiciones adoptar y con cuál familia compartir la Nochebuena. Muchas veces los dos vienen de familias que celebran la Navidad en Nochebuena, lo que causa un conflicto, pues uno de los dos debe renunciar a su reunión a favor de la otra. Frente a ésta situación hay que lograr algún acuerdo para que los dos tengan la opción de pasar con sus seres queridos, así algunas parejas optan por turnar cada año una familia, otras logran conciliar entre las dos familias para que una celebre la cena temprano, y la otra familia lo hace más tarde, así pueden llegar a las dos casas. Hay familias que deciden tener a todos sus hijos unidos y sin correteos de casa en casa, así que optan por celebrar la navidad el 25 al almuerzo, de esta forma la pareja se reúne la Nochebuena con los padres de uno, y el 25 con los padres del otro, así están al 100% con cada una de las familias.

Cuando no se logra este acuerdo y las cenas se celebran a la misma hora, la pareja tiene un conflicto, pues puede compartir solo un momentito con cada una, estando un par de horas en un casa y de ahí otro momento en la otra casa, sintiendo que no estuvo realmente con ninguna, y con un gran sentimiento de frustración.

¿Que pasa cuando las dos celebraciones familiares son en la misma noche?

Lo más probable es que los dos sientan que su reunión es más importante, o más bonita que la del otro. Consideren que cada uno viene de una familia en cuya celebración seguramente se siente muy cómodo y contento, es lo que siempre a vivido y no va a recibir de buen agrado que su pareja critique o menosprecie sus costumbres y tradiciones familiares, menos aún a su familia.

10 Tips para llegar a un acuerdo:

1.  Dialogar en un momento de tranquilidad.
2.  Estar abierto a reconocer y escuchar las necesidades del otro como válidas
3. Ponerse en los zapatos del otro
4. Cuidar el tono de la conversación
5. Tratar de que los dos ganen por lo tanto cada uno tendrá que ceder en algo.
6. Buscar juntos alternativas para poder ir a las dos celebraciones
7. Una vez tomada la decisión sostenerla como pareja sin permitir que sus padres intenten que la cambien
8. Abrirse a que cada año podrán revisar el acuerdo
9. Respetar mucho al otro evitando descalificaciones
10. Una vez tomada la decisión, aceptarla y ser lo más felices posibles con ella sin boicotear la celebración  

Diferencias entre las celebraciones de las dos familias:

Podremos descubrir que algunas tradiciones de la familia de nuestra pareja son diferentes a las nuestras, en una casa se come pavo, en la otra jamón, en una familia la celebración podría ser muy espiritual con oraciones, en la otra podría ser una gran fiesta ajena a lo religioso. Es posible que en una familia lluevan los regalos, y en la otra la costumbre sea de regalar solo a los niños. Podría ser que una familia celebre el adviento y la otra no conozca esto. La clave es aceptar y respetar las diferencias entre las dos familias, es una señal de amor y madurez; por el contrario adoptar una actitud de comparación, queja y crítica, solo aumenta el conflicto y aleja a la pareja.

Aceptando las decisiones de tus hijos casados:

Cuando una pareja tiene hijos que ya se han casado y formado sus propias familias, les toca enfrentar el hecho de no tener a la familia completa durante las fiestas y compartir a su hijo con su nueva familia y nuevas tradiciones. Tienen que enfrentar el hecho de que ellos decidan no querer continuar con las tradiciones que les han enseñado y quieran crear las suyas. La pareja puede pasar por momentos de dolor pensando en el rechazo o la deslealtad de sus hijos, o es mejor, sentir que los han criado en libertad, y esa libertad les permite escoger sin ataduras. No significa rechazo o desamor, sino que ya crecieron y deben ir hacia donde su corazón los lleve junto a la pareja que han escogido y más bien abrazar el cambio con respeto y amor.

La Navidad

Navidad es una fiesta que desde hace mucho tiempo se celebra en casi todo el globo terrestre. Los cristianos celebramos el 25 de diciembre el nacimiento de Jesús, nuestro Salvador, siendo una fecha que está relacionada con unión familiar, alegría e ilusión. De alguna manera todos aspiramos a celebrar estas fiestas en un entorno de amor, sin embargo, es la época del año en que más conflictos se hacen presentes, en donde se evidencian los problemas familiares que hemos vivido durante el año, sentimos más cerca la pérdida de algún familiar cercano fallecido o sentimos soledad.

Durante el mes de diciembre salimos completamente de la rutina del año, pues tendremos diferente tipos de compromisos sociales, religiosos, laborales y familiares.   Al aumentar las reuniones sociales, sea con amigos, compañeros de trabajo o familia, nuestra y de nuestros hijos, para las que debemos disponer de tiempo y dinero, pues siempre hay que colaborar con algo para comer o un regalo, nos convertimos en masters en logística, pues cumplir con todos los compromisos de todas las personas de la familia es complicado. Adicionalmente habrá que preparar cena o almuerzo navideño y comprar muchos regalos, papel de regalo, lazos, tarjetitas… lo que también implica un aumento considerable del presupuesto mensual.

Si a toda esta presión de cosas por hacer y gastos, sumamos cómo nos sentimos, podríamos enfrentarnos a un coctel de estrés significativo, que debemos canalizar para no explotar y arruinar así lo que esperamos que sea la Navidad. Depende en gran medida de nosotros, ¿en qué queremos convertir nuestra Navidad? pues podríamos tener en cuenta todos los aspectos que son estresantes para nosotros, de tal forma que nos podamos preparar; cuando conocemos o identificamos lo que nos preocupa, tenemos más herramientas para manejarlo.

La Navidad ¡Epoca de emotividad!

La Navidad por ser básicamente una celebración familiar y de alegría aumenta nuestra sensibilidad, pues para muchos la realidad puede haber cambiado significativamente de un año al otro. Es justamente para Navidad que evaluamos nuestro año, y si nuestros proyectos familiares o profesionales no han salido como esperábamos es posible que nos sintamos tristes o frustrados. Si hemos sufrido la pérdida de un ser querido durante el año, lo vamos a extrañar, o si la pérdida fue hace mucho tiempo, es en Navidad cuando se nos hace presente. Hay quienes aseguran que la Navidad nunca más será motivo de alegría después de la muerte del ser querido. También están quienes sufrieron una separación o divorcio, en fin, tantas cosas… Cualquiera que haya sido la crisis que hayamos vivido durante el año, es en Navidad cuando reaparece a nivel emocional. Adicionalmente, si el dinero no alcanza para comprar todos los regalos que quisiéramos, nos sentimos frustrados. Tenemos muchas expectativas de cómo debería celebrarse la Navidad, pero como éstas no necesariamente se cumplen, tendemos a sentirnos especialmente emotivos, de tal forma que cualquier situación de estrés nos detona. Como lo mencionamos antes, hay factores de preocupación propios de estas fiestas como decidir con quién compartiremos la cena, a quién daremos regalos, el presupuesto de diciembre alcanzará o no, se viene año nuevo con más gastos… en fin, mucho que hacer, y muy poco tiempo. Al existir éstos factores estresantes los esposos nos sentimos presionados y se inician   las discusiones y peleas al no poder llegar a un acuerdo, o porque al estar emotivos rechazamos o mal interpretamos cualquier sugerencia que se nos haga.

Situaciones de estrés común en navidad:

El presupuesto: es recomendable realizar un presupuesto de mutuo acuerdo, de igual forma es indispensable consensuar el financiamiento del mismo. Para esto es necesario que hagan una lista de los gastos y prioricen lo que para cada uno es indispensable hasta que logren una lista en común, en donde recojan la opinión de los dos. Esto que parece sencillo es una tarea titánica, no estaremos de acuerdo en todo, pero tendremos que ceder unos espacios para ganar otros. Las pérdidas: Si un ser querido ha fallecido, hemos perdido el trabajo, alguien de nuestra familia se ha ido a vivir al extranjero, o hemos recibido la noticia de una enfermedad grave, tendremos motivos válidos para sentirnos tristes. Esta realidad golpea a toda la familia, cada uno tendrá una forma diferente de manifestarlo, y seguro que unos necesitarán de la fuerza y ánimo de los otros para salir adelante, y hacer así su mejor esfuerzo. Para las personas que están atravesando una separación o divorcio será una época en que sentirán de forma especial la ausencia del otro cónyuge y vivirán la nueva forma de ser familia. Los conflictos: Los conflictos familiares o de pareja se hacen más visibles en Navidad. Aprovechemos de ésta época para buscar el perdón y superarlos, en vez de hacerlos más profundos. Resulta indispensable, si queremos tener una Feliz Navidad, revisarnos, y descubrir si estamos especialmente sensibles por alguna razón, conversarlo con nuestro cónyuge, para que pueda ponerse en nuestros zapatos, nos entienda, y a la vez nos ayude. Esto es mucho mejor, que por estar presos de nuestra emotividad, terminemos peleando y teniendo conflictos conyugales o desquitando nuestro mal genio con nuestros hijos.

El perfil del niño lector y ¿Para qué sirve la lectura?

Conocemos que un niño es un futuro lector cuando:

  1. Sus padres son lectores, especialmente su madre, que se ha preocupado en leerles cuentos desde antes de su nacimiento, cuando su ser se está gestando.
  2. En su casa ha tenido muchos cuentos en sus manos. Desde pequeño, permitiéndole que los manipule libremente, que tengan muchas figuras con colores vivos, poca lectura y que aprenda a pasar las páginas ordenadamente.
  3. Se ha tenido una buena disciplina para contarles historias. En diferentes momentos del día, no necesariamente a la hora de dormir, sentándonos junto al pequeño y analizar página por página, lámina por lámina, la historia que se está leyendo.
  4. Los padres están atentos para saber si el niño ha entendido lo leído. Haciéndole preguntas sobre el tema, dejándolo que él también intervenga dando su opinión.  Haciendo gestos y diferentes tonos de voz, dependiendo quien es el protagonista en ese momento.
  5. Conoces cuáles son sus gustos y le permites que haga su propia selección de acuerdo a su edad, algunos niños les gustan los dinosaurios, a otros los monstruos, a otras las hadas y por supuesto a muchos las historias de animales.
  6. Les das uentos como estímulos.  A los niños les gusta mucho recibir cuentos como premios o regalos. Sorpréndelos llevándolos a bibliotecas o librerías para revisar muchos cuentos y sentarse a leer un momento.
  7. Disfruta de un cuento y entiende lo que lee.

La lectura sirve para:

- Conocerse y aceptarse a sí mismo, descubrirá que le gusta leer, y qué disfruta. - Conocer y comprender a los demás, a través de los cuentos, fábulas aprenderá que hay todo tipo de personas e historias, muy distintas a él, a respetarlas y comprenderlas. - Ampliar sus horizontes, para salir del mundo pequeño que lo rodea y saber que hay diferentes culturas, donde crecemos con diferentes tradiciones y costumbres, todas valiosas y respetables. - Desarrollar su inteligencia, tener interesantes temas de conversación.  Por su rendimiento escolar lo sitúa entre los mejores alumnos - Enriquecer su vocabulario, ya que mientras más lea, más lo ampliará, y lo usará en su diario vivir.   

Ser abuelos: una nueva etapa en la vida

Una vez que nace nuestro primer hijo nos convertimos en padres, y lo seremos por toda su vida.

Un rol como éste, que nace del amor entre esposos, y se mantiene en el amor al hijo, no tiene fecha de caducidad, ni tiempo de duración; es para siempre. Podemos atravesar por un distanciamiento, o conflicto, pero aquello no termina con el vínculo, el dolor que sufrimos es una muestra de cómo se mantiene a pesar de las dificultades.

SER PADRES, es un rol que atraviesa por diferentes etapas de madurez, así como por distintas formas de intervenir: cuando son pequeños, totalmente presentes en una relación de dependencia; cuando son adolescentes, guiándolos y permitiendo que se equivoquen; al salir de casa, guardando una prudente distancia, interviniendo y manteniendo los límites necesarios; pero siempre, en todas las etapas, estaremos amando.

Convertirnos en abuelos no es resultado de nuestra decisión, ni nos afecta la vida dramáticamente como fue cuando elegimos ser padres, pero introduce cambios, nuevas formas de afectos, la oportunidad de un nuevo rol y el poder ver a nuestros hijos en el papel que nosotros ya hemos ejercido… y en el cual tenemos un camino recorrido con eventos positivos y negativos.

Que la experiencia como padres nos sirva para contribuir a los nuevos papás, para sumar, no para causar conflicto o desestabilizar a la nueva pareja, imponiendo criterios o comportamientos, impidiendo que ellos se empoderen de su nuevo rol, tratándolos como niños que no saben, sino, confiando… y disfrutando de verlos crecer  como padres.

¿Qué significa ser abuelo? Descubriendo el nuevo rol

Comienza una nueva y maravillosa experiencia, no es lo mismo ser abuelo, que padre, en relación al nieto, la gran diferencia radica en que tienen responsabilidades distintas frente él.

Los nuevos abuelos, están en una etapa del ciclo de vida en la que empiezan a tener más tiempo disponible para ellos, y han aprendido a disfrutar más de la vida, teniendo menos responsabilidades ya que sus hijos son mayores y está cada uno embarcado en su vida, más independientes, y saliendo de casa o pensando en hacerlo.

Cuando nacen los nietos, los nuevos abuelos deben encontrar su lugar en la nueva estructura familiar, pues hasta ahora sólo han sido padres, y sus hijos, sólo hijos... a partir del nacimiento de los nietos, los hijos se convierten en padres también, lo que significa que tendrán con sus propios padres una relación más igualitaria, valorando todo aquello que hicieron por ellos, que ahora al tener a su hijo les será visible.

Los abuelos son una fuente inagotable de amor hacia sus nietos, así como de los nietos a los abuelos.

La presencia de los nietos llena de alegría la vida de los abuelos, siendo una relación natural y espontánea en donde ambos conocen que los abuelos son más permisivos y existirán más libertades con ellos, disfrutando más, pues no habrá ni el estrés, ni la responsabilidad, como las tuvieron con sus propios hijos.

La relación con los nietos será mucho más exitosa si viven cerca, se frecuentan regularmente, ocupan su rol y no el de papás.

Nosotros los padres, modelo para nuestros hijos

Al ser a la vez padres y abuelos, están en un nuevo momento de su vida, en el que ya han formado a sus hijos, y están disfrutando de sus nietos.

Es una oportunidad para que los hijos los respeten y aprecien más si los sienten cercanos, prudentes, respetuosos, conciliadores con el manejo de las relaciones con ellos, con nueras, yernos, y familias políticas. Sintiendo apoyo constante y no oposición por llevar la contraria.

Cuando son padres entrometidos, aunque lo hagan en nombre del amor, se corren el riesgo de tener como respuesta la lejanía del hijo y su familia, pero la prudencia de saber cuándo acercarse y cuándo alejarse debe ser una brújula en el camino de la relación con los hijos.

Es mejor estar cerca, pendiente, dispuesto a escuchar, ayudar y aconsejar si  ellos así nos lo piden.  Ellos se acercarán por nuestro concejo si lo sintieran necesario.

Es hora de confiar en que los educaron bien, y ya son adultos a quienes deben permitir tener libertad para conformar sus propias familias.

Violencia Filio-Parental, ¿qué es y cómo evitarla?

Hablamos de violencia Filio-Parental cuando nos referimos a las agresiones de hijos a sus progenitores.  No son un problema nuevo. Han existido siempre, asociadas a trastornos psicóticos, adicciones a drogas, retrasos mentales graves, o diversos trastornos mentales de origen orgánico.

Pero en los últimos años estamos asistiendo en España, –donde el problema tiene al parecer una mayor visibilidad- y en todos los países que comparten una serie de valores que podemos englobar bajo el término “cultura occidental”, a un nuevo tipo de agresiones a los progenitores, una “nueva” Violencia Filio-Parental (en adelante, VFP). (Pereira, 2006)

Esta nueva VFP se da en todo tipo de familias: monoparentales, nucleares, reconstituidas, adoptivas, etc. Tampoco hay diferencias por el estrato social o económico. No tienen, en la mayoría de los casos, antecedentes por consultas en servicios sociales o sanitarios, es decir, son familias “normalizadas” y de todo tipo. (Pereira y Bertino, 2009)

Los agresores son de un amplio abanico de edades, desde la infancia hasta la edad adulta, con mayor incidencia en la adolescencia. Son por igual chicos y chicas, con diferencias respecto al tipo de violencia que ejercen: los chicos llegan con más facilidad a la violencia física, mientras que las chicas se quedan más a menudo en la violencia psicológica. Va dirigida hacia sus progenitores, o aquellos adultos que ocupan su lugar: tutores, abuelos, educadores, etc. Agreden con más frecuencia a las madres que a los padres, dado que éstas suelen estar más entrampadas en la relación y más involucradas en la educación de los hijos. No se trata de una violencia de género, porque también los padres son objeto de la agresión con mucha frecuencia, y el género del agresor y agredido coincide muy a menudo: hijos a padres, hijas a madres, etc.

Se trata de agresiones reiteradas que generalmente se producen en escalada:
  • comienzan con agresiones verbales –insultos, lenguaje despectivo
  • continúan con amenazas –verbales o no verbales, gestos-,
  • ruptura de objetos –generalmente apreciados por el agresor
  • hasta llegar a las agresiones físicas de índole cada vez más grave. (Pereira y Bertino, 2009)

Con frecuencia se asocia al consumo de tóxicos, aunque éstos actúan más como “facilitadores” de las agresiones, y no pueden conceptuarse como el núcleo central del problema.

¿Qué es lo que está produciendo este espectacular incremento de Violencia Filio-Parental en tantos países?

Es difícil asociarlo con causas individuales. No podemos hablar de origen genético, dada la extensión del fenómeno. Ni estamos hablando de comportamientos psico o sociopáticos extendidos, dado que la violencia con frecuencia se produce únicamente en el interior del hogar familiar.

Más bien la extensión del problema nos hace pensar en cambios socio-culturales que afectan al funcionamiento familiar.  Los sistemas educativos – tanto el escolar como el familiar – se han vuelto más horizontales, y las distancias entre los sistemas jerárquicos de ambos se han acortado.

Cada vez es más difícil para los padres – o para los profesores – ejercer la autoridad. La utilización de la corrección física está descartada – en la mayor parte de los países europeos es un delito – y la percepción de apoyo social para esa tarea se ve cada vez más débil. La sociedad occidental es cada vez es más permisiva con la violencia de niños y adolescentes, que se ven continuamente bombardeados por mensajes violentos en los medios audiovisuales, mientras que a los padres cada vez se les tolera menos. Los padres pierden autoridad, y los hija/os cada vez tienen más poder en las familias. A veces tienen todo el poder, y se vuelven hijos tiranos de sus propios padres. Tener el poder les resulta deseable, pues les permite tener más libertad de actuación, y conseguir objetivos difíciles de alcanzar a su edad. Pero carecen de legitimidad para ejercerlo. Y para mantener un poder sin legitimidad es necesario utilizar la coerción, la violencia.

¿Cómo pueden los padres evitar que esto suceda?

EDUCANDO a los hijos. Educar no es una tarea fácil. Requiere tener ideas claras sobre lo que se desea transmitir, firmeza y constancia para hacerlo, y ser capaz de transmitir afecto, para que la imposición de normas no se convierta en un acto frío y totalitario, que genera rechazo en lugar de aceptación.

Algunas sencillas normas serían:

- Utilice el modelo que ha aprendido en su familia, si le ha ido bien. Si no, busque modelos alternativos en otros miembros de la familia o en los amigos. - Si tiene pareja, es posible que no coincidan exactamente en lo aprendido. Hablen mucho del tema, y procuren ponerse de acuerdo. - Si no lo consiguen, discutan lo que sea necesario, pero NUNCA introduzcan a sus hijos en sus conflictos. - Traten de llegar a consensos antes de impartir normas; pero si no han sido capaces, NUNCA desautoricen o boicoteen las de su pareja. - Es posible que en algún momento les vayan las cosas mal. Tal vez se hayan quedado solos/as tras una separación, y necesiten apoyo, consuelo y compañía. Búsquenlo, pero no en sus hijos. Sus hijos no son sus parejas ni sus amigos. Si se hacen amigos de sus hijos, les dejan huérfanos: no se puede ser padre y amigo a la vez. - Interésese de lo que le ocurre a sus hijos. Trate de estar al tanto de qué hacen y con quién lo hacen. Pero tampoco les sobreproteja. Los hijos tienen que aprender a resolver los problemas por sí mismos, y asumir riesgos razonables. - Si entra en conflicto con su hijo/a, y cree que debe reprobar o castigar su conducta, nunca lo haga “en caliente”, estando ambos alterados: espere a que las cosas se calmen, y aplique el correctivo que le haya parecido oportuno, y que sea proporcional a la infracción, explicando porqué lo hace.

- Y nunca, nunca, permita un insulto, un empujón, un mal gesto sin expresar con firmeza su desaprobación y su exigencia de que no se vuelva a repetir.

Recuerde la importancia de explicar a su hijo lo necesario que son valores como la empatía, la solidaridad, la compasión, la paciencia. No se desanime, y cuando flaquee, busque refuerzos. Y siempre, siempre, acompañe todo esto con mucho amor. Amor y firmeza, que no son en absoluto incompatibles. Bilbao, Octubre de 2015 Lea también: Hijos seguros y amados 

¿Suegros/papás metidos? ¿Que hago si nos parece que toman una decisión equivocada?

Habrá ocasiones en que una decisión tomada por nuestros hijos nos preocupe mucho, pues pensamos que será una mala decisión que podría traerles consecuencias que ellos no están previniendo por su juventud, y consideramos que ven los posibles resultados de forma ingenua,banal o inmadura. Si esto sucediera, es importante que conversemos con nuestro hijo o hija, a solas,(no con su esposo o esposa) y con argumentos claros le expliquemos nuestra franca preocupación de por qué nos parece una decisión equivocada.

El objetivo del diálogo no debe ser tratar de convencerlos, sino conducirlos a analizar los motivos que los llevan a tomar esta decisión, y compartir nuestro punto de vista contribuyendo a una reflexión sobre el tema. Finalmente la decisión será de ellos, pero sabremos que hicimos lo correcto al no callar y ver los toros de lejos; sino, atrevernos a compartir nuestra forma de pensar de manera sincera. Una conversación positiva con la que se pretende educar, no debe llevar a los padres e hijos a ningún tipo de ruptura, por el contrario debe favorecer la unión y brindar al hijo la alegría de saber que cuenta con padres a quienes le importa, y que lo serán por siempre. Cuida al conversar con tu hijo lo siguiente:

  • Un diálogo positivo es el que respeta la opinión del otro.
  • Si has expuesto tu opinión y tu hijo tiene clara su propia opinión aprende a que la diferencia no tiene porqué separarlos, ni resentirlos.
  • El diálogo es sobre el punto en referencia, no sobre las personas, evita adjetivos negativos o acusaciones, con eso no aportas en positivo al diálogo sincero.
  • No te tomes personal la opinión o decisión de tu hijo.
  • Recuerda que al igual que lo hiciste tú, el ya es dueño de su vida.
  • El amor entre padres e hijos es gratuito.  No está sujeto a que me complazca o no con una decisión.
  • Los desacuerdos son válidos, no tienen porqué resentir a las partes involucradas.
  • Respetar a la nueva pareja de casados como una unidad distinta a sus padres.

¿Padres sobreprotectores de hijos casados? ¿Hijos dependientes y cómodos?

Nuestros hijos son adultos, se han casado, independizado, pero pueden existir las mismas dificultades de cuando estaban en casa. De parte de los padres podríamos seguir siendo sobreprotectores, esto es: evitar que sufran, que se cansen, que la pasen mal, y por lo tanto que sobrelleven las consecuencias.

De esta forma los padres evitan la independencia de los hijos ya fuera de casa, los que muchas veces adoptan actitudes cómodas, con las que no crecen, ni asumen las responsabilidades de su nuevo rol; porque sus padres en vez de ser un apoyo con una distancia prudente, están metidos en la vida de sus hijos sintiéndose indispensables para el éxito de ellos en su nueva etapa.

Haciendo todo por y para ellos, les hacen las compras de supermercado, contratan a la ayuda doméstica, o ellos mismos llevan a alguien para que les haga la limpieza, les hacen lavandería, les llevan comida y se la congelan; de tal forma que los recién casados viven una isla de la fantasía alejados de la realidad del día a día en que deben repartir tareas, asumir los gastos, tener desacuerdos por lo cotidiano, y resolverlo.

Es indispensable que los padres al igual que permitieron a sus hijos caminar y caerse, les permitan ahora independizarse y vivir su autonomía, sacándoles de la comodidad y dependencia en la que los tienen sumidos favoreciendo que asuman sus responsabilidades de adultos maduros.

Nuestro afán porque no se vayan, por sentirnos útiles e importantes en su vida, a veces nos lleva a un comportamiento en que les facilitamos todo, como si fueran incapaces de hacerlo por sí mismos. Ya salieron de casa, dejémoslos crecer… una cosa es darles la mano, otra, hacer las cosas por ellos.

Propiciemos su independencia confiando en ellos y dejándolos ser.

 

 

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