Cuando el bebé cumple 18 meses, los mayores de la familia, suegra o mamá, empiezan a opinar sobre si ya es hora de quitar los pañales, y cuentan un sinfín de anécdotas de cómo Pepito ya no usaba pañales a esa edad o Juanita también lo había logrado. Esto nos presiona y confunde, pues toda la literatura nos dice que el control de esfínteres inicia a los 24 meses.
Efectivamente el niño logra el control de esfínteres diurno alrededor de los 2 años, dependiendo de su madurez, por lo tanto se lo puede educar a ir a la bacinilla en vez de orinarse en el pañal. Este aprendizaje es paulatino, ellos aprenden a reconocer cuando sienten deseos de orinar o de defecar y así lo van diciendo. Para lograr esto, es indispensable que cuando se saque el pañal sea definitivo, aunque nos incomode, pues serán varios días en que deberemos dedicarnos a estar pendientes de su necesidad de ir al baño, así como darle de tomar agua adicional para estimularlo y que vaya al baño con más frecuencia y así lograr el aprendizaje.
Se recomienda usar una bacenilla que se la ubica en el baño, así como leerles cuentos sobre éste tema. Si tu hijo se demora un poco no te preocupes, que hay niños que logran esto a los 26 o 28 meses, lo cual es perfectamente normal, cada uno tiene su propio ritmo de acuerdo a su madurez; es muy importante observar señales que nos dan pauta que están listos, como son sentirse incómodos con el pañal sucio, o que avisen que se han hecho popó en el pañal.