El estilo de vida que llevamos hoy en día es agotador y no deja tiempo más que para resolver problemas, cumplir obligaciones, asumir responsabilidades, aumentando de forma considerable el stress personal y por lo tanto familiar, pues lo llevamos a la familia.
Cuando llegas a casa del trabajo usualmente las obligaciones continúan, pues hay que tomar lecciones a niños, revisar tareas y organizar la cena, convirtiendo tu día en 24 horas de labores, sin dejar un espacio a disfrutar de lo que tienes: "tu familia".
Jugar con tus hijos tiene un efecto absolutamente terapéutico:
1. Te lleva a pensar en tu hijo y en lo que van a hacer.
2. Te relaja y distrae tu mente de aquello que te preocupa.
3. Te vincula de forma espontánea con tu hijo.
4. Descubres qué le gusta a tu hijo y cual es su forma de jugar.
5. Comparten en un ambiente de alegría.
6. Te permite revivir a tu niño interior, abriéndote a la diversión.
7. Pone en positivo tu estado de ánimo y el de tu hijo.
8. Tu hijo se sentirá amado porque le das tu tiempo Cuando juegas con tu hijo, no existe formula perdedora, es absolutamente un ganar-ganar.
No lo dudes, y comienza hoy. Lo vas a disfrutar.