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5 errores comunes en la crianza de hijos

Ser padres trae consigo una serie de emociones nuevas y una alegría inimaginable.

Al mismo tiempo este nuevo reto de ser padres nos presenta incertidumbreque a ratos nos toma por sorpresa pues cada experiencia es un nuevo reto que deberemos tomar con fe y sabiduría.

Una de las mayores preocupaciones de los padres, en la medida que los niños van creciendo y se van superando algunos obstáculos, es la de siestamos haciendo lo correcto para formarlos en la responsabilidad y con autonomía para tomar decisiones acertadas en el futuro.

La primera infancia sobre todo, en donde el niño adquiere mayor independencia de sus padres y se integra a un ambiente social en la escuela y en su entorno general, está llena de situaciones que pueden ser manejadas de diversas maneras, en donde les daremos oportunidades de aprender a nuestros hijos, o por el contrario les resolveremos todo absteniéndolos de pensar por ellos mismos.

A continuación menciono 5 errores comunes en la crianza de hijos, y que evitándolos ayudaremos a nuestros hijos a crecer con madurez.

1. Contradicción entre los padres

La discrepancia de criterios entre los padres es común, madre y padre tienen su individualidad y por supuesto pueden tener puntos de vista diferentes. Lo importante es que los desacuerdos se analicen y discutan en privado, pues los hijos deben verlos como un frente unido en donde ambos comparten la autoridad y tienen claro lo que es mejor para los niños.

2. Brindarles ayuda demasiado rápido

Sabemos que son vulnerables que necesitan de nosotros, pero la necesidad y un poco de frustración son necesarias para que usen su creatividad para encontrar soluciones. Si acudimos a su ayuda demasiado pronto, pensarán que siempre son salvados por alguien y que sus errores no tienen consecuencias. Los niños toman pequeños riesgos a diario, pues toman decisiones y eligen caminos que marcan una diferencia. Al jugar se caen y se levantan, se raspan las rodillas y continúan. Deben relacionarse y resolver conflictos con sus compañeros, tener su primer amor y vivir todas las emociones inherentes a ello. Esto los ayudará a adquirir estabilidad emocional y desarrollar empatía y compasión. Si elegimos todo por ellos podríamos estar retrasando su madurez, pues al enfrentar dificultades los niños desarrollan talentos, se vuelven astutos y crecen en autoestima.

3. Evitar decirles “NO”

Procuramos que nuestros hijos nos “adoren”, y lo conseguimos cuando los complacemos y hacemos felices. Pero a veces, es importante que tengan carencias ya sean naturales o creadas por nosotros, solo con el objetivo de que vean las recompensas como una consecuencia de sus logros o buenos comportamientos. Los niños se encontrarán con muchas adversidades en su vida y es nuestra labor ayudarlos en esta preparación. Negarles cosas que desea (por una buena razón) es una manera en que podrán comprender que no se puede tener de todo.

4. Confundir inteligencia con madurez

Que un niño sea inteligente o talentoso no significa que haya alcanzado una etapa de madurez. Esto es algo que se suele confundir pero hay que tenerlo presente, ya que podría ser perjudicial que el niño se enfrente “al mundo real” sin las herramientas necesarias. La madurez del niño tiene que reflejarse en sus actos, luego de eso se puede ir trabajando en sus grados de independencia. Este proceso debe ser gradual, y sobre todo saber qué podemos esperar del niño para no llegar a frustraciones.

5. No tener coherencia en la educación

El ejemplo que les damos a nuestros hijos es básico en su desarrollo. Importarán más nuestros actos que el discurso que tengamos con ellos. Esto suena lógico, pero es común ver que los padres no somos congruentes con lo que decimos versus lo que hacemos. Por ejemplo, inculcamos valores como la honestidad, orden y compasión, pero estos valores deben ser enseñados en obras y como forma de vida. Los niños observan todo y podrían relativizar el juicio que han formado sobre los conceptos importantes, aplicándolos sólo cuando sean convenientes y no como lo habíamos deseado en primer lugar.

La educación de los hijos es una de las tareas más difíciles pero a la vez más satisfactorias. Vivamos este camino de una manera informada y revisada, pero sobre todo rodeada de paciencia y amor.

Ser amable y Firme: la clave para una crianza más respetuosa

Nuestro Árbol de Familia ha sido cultivado por la Disciplina Positiva y es por eso que hoy nos trae una frase que nos ayudará a mantener el equilibrio a la hora de criar a nuestros hijos: “Ser amable y Firme: la clave para una crianza más respetuosa”.

 

¿De qué se trata esto?

 

Como seres humanos siempre encontraremos polaridades en nuestra personalidad extremos opuestos, un ejemplo sencillo: me gusta trabajar pero odio despertarme temprano. Lo importante es siempre buscar el equilibrio entre ambas. Lo mismo pasa en nuestra faceta de padres, nos derretimos de amor por nuestros hijos pero cuando hacen algo mal explotamos y nos transformamos. Con frecuencia queremos ser flexibles con ellos y nos vamos sin querer al extremo, entonces ya no somos flexibles sino permisivos. Adicional a las polaridades personales encontramos las tendencias en crianza unos padres considerarán que mientras más firmes son sus hijos les harán más caso y se comportarán mejor. Por otro lado encontraremos a papás que sienten que al ser amables y permisivos pueden conquistarlos y ganárselos para evitar conflictos.

Nos queda claro que nadie queda exento de estos polos opuestos, ni la misma JaneNelsen (creadora de Disciplina Positiva) quien al momento de criar a sus siete hijos se enfrentó con este gran reto. Debido a esto estructuró dicha herramienta para que evitemos los extremos ni permisivos ni sargentos. Nuestros hijos necesitan firmeza pero con amabilidad no con abusos de poder ni lastimándolos. Por eso la DP nos invita a ser firmes pero a la vez amable.

 

La firmeza nos ayudará a estructurar las reglas, las rutinas y los permisos. Ser firme va de la mano con el orden, cosa que nuestros hijos piden a gritos desde el día uno que llegan a este mundo. Una estructura con orden ayudará a nuestros hijos no sólo a seguir instrucciones (habilidad para la vida) sino a disminuir aquella posible ansiedad de no saber lo que viene después.

 

Por otro lado la amabilidad nos ayuda validar sus sentimientos. Nuestros hijos necesitan amor, acompañamiento y saber que sus padres están ahí para apoyarlo en una situación difícil. Por ejemplo en un berrinche nuestro pequeño está frustrado porque no consigue lo que quiere, no por eso vamosa dejar que se calme sólo porque es algo que ellos aún no han aprendido, tenemos que entrenarlos para que lo puedan lograr. Es esencial que en ese momento digamos: “Se que te molesta no poder conseguir lo que esperabas pero aquí estoy para ayudar a calmarte y encontrar juntos una solución”.

 

Es importante validar los sentimientos de nuestros hijos y mostrar comprensión, mucho ojo esto no significa que estamos siendo permisivos. Dar un par de opciones puede ayudar en estos casos.

 

Ejemplo:

  1. Entiendo que estas molesto, pero mi respuesta es no, si deseas mi ayuda para calmarte avísame.

  1. Es hora de bañarse, se que no te gusta. ¿Quieres que bañemos a Rex o prefieres a Woody?

Regreso a clases: 8 estrategias para hacerlo con armonía

La temporada de vacaciones cambia todo en la rutina de padres e hijos. Los horarios son flexibles y se presentan nuevas actividades como paseos, playa, deportes y juegos con amigos. Al ser muchas semanas de vacación, estos cambios suelen convertirse en hábitos, por lo que padres e hijos deben adaptarse nuevamente al año escolar. Al igual que sucede en los adultos con la vuelta al trabajo, ciertos niños también sufren el síndrome postvacacional al incorporarse a la rutina escolar. Los padres pueden contagiar entusiasmo e interés a sus hijos para que esta transición de las vacaciones a las clases no sea una carga negativa.

RECOMENDACIONES

  • PREPARACIÓN.

Una de las cosas que más les gusta a los chicos de las vacaciones, es tener libertad en los horarios. Por ello se recomienda empezar gradualmente la rutina del colegio dos semanas antes del inicio de clases. Por supuesto no debe ser de manera estricta, pero sí es de utilidad que se empiece con algo de la rutina que se tenía en época escolar, como por ejemplo la hora de acostarse y levantarse.

  • SEGURIDAD

Una buena estrategia para lograr que los niños estén más tranquilos, es anticiparles las cosas. Cuando los niños son pequeños y están empezando la etapa escolar, es importante informarles datos del colegio, sobre todo si es nuevo, darles detalles y contarles cómo será su entorno en todo sentido.

Con niños ya escolarizados, podemos jugar a la escuelita para que recuerden cómo es esa rutina, recordar con ellos los lindos momentos del año pasado y compartir las expectativas que tienen para el nuevo año. En el caso de que sea la primera vez que van a la escuela, podemos llevarlos a visitarla, y que se familiaricen con las instalaciones, el patio, y los docentes.

  • CONOCER A LOS DOCENTES

Además, es de mucha utilidad tomarse un tiempo para hablar con la maestra o el maestro de nuestros hijos. No necesariamente sobre su rendimiento académico, sino sobre el estado de ánimo y actitud que tengan en clase.

  • HÁBITOS DE ESTUDIO

Establezca reglas de estudio con los pequeños desde el inicio de clases. Póngales un horario para hacer la tarea y un lugar apropiado. Organizarse les ayudará a sentirse más seguros.

  • ASPECTO SOCIAL

Las relaciones sociales son muy importantes. El hacerse amigos, sobre todo de sus mismos compañeros, es muy importante para el proceso de adaptación. Será sumamente valioso generar en ellos el sentimiento de pertenencia al grupo, creando ocasiones de encuentro entre los niños fuera del horario escolar.

  • ATENCIÓN A SÍNTOMAS Y SIGNOS

Es posible que observemos en los niños algo de cansancio, falta de apetito,  somnolencia, falta de concentración, dolores musculares, taquicardia, molestias en el estómago o insomnio. Estos signos son pasajeros, hay que atenderlos y estar atentos a que vayan reduciendo su presencia y desapareciendo conforme los niños se hayan adaptado de nuevo a la vida escolar.

  • MOTIVACION Y ÁNIMO
A nivel emocional también se puede observar falta de interés, irritabilidad, nerviosismo, inquietud, indiferencia o tristeza. Para combatir estos síntomas es bueno aclarar la idea o sensación de que las vacaciones son un estado absolutamente opuesto al periodo de trabajo y por tanto que uno es sinónimo de placer y el otro lo es de malestar y sufrimiento. Se debe proporcionar diariamente momentos de descanso y de recreación.
  • FORTALECER LA INDEPENDENCIA

Favorecer su autonomía. Valorizar los logros que vayan alcanzando los niños. Hay que transmitirles la alegría que supone ir a la escuela. Aprender, conocer nuevos compañeros, tener cierta independencia, desarrollar sus propios gustos.

Es normal que se genere un proceso de adaptación al inicio, en el que algunos niños sienten un poco de ansiedad, dificultad para ajustarse a los horarios del colegio, o un poco de desánimo, así mismo, a veces ocurre todo lo contrario y los chicos se adaptan de manera inmediata.

Comenzar algo nuevo usualmente genera  una mezcla de emoción y ansiedad. Debemos acompañar a nuestros hijos en el inicio del año, con ánimo y contagiándoles alegría y seguridad para emprender este nuevo reto.

De regreso a clases, en positivo!

Regresar a clases lleva consigo algunos cambios con respecto a lo vivido los últimos dos meses de vacaciones: por un lado es volver a la rutina con horarios exigentes, cambiar la actividad, conectarse con el aprendizaje, además de la inversión económica que conlleva el volver al colegio.

Vivirlo positivamente

Como padres pueden ayudar a sus hijos en el inicio del año escolar teniendo una actitud tranquila y segura, confiando que será un buen año, lo que ayudará a que bajen el stress que muchas veces tienen debido al temor sobre:

¿me cambiarán de paralelo o no?

¿Quiénes estarán en mi clase?

¿Cómo será mi nueva profesora?

¿Será un año muy difícil?

situaciones de preocupación común en los niños independientemente de la edad que tengan.  Frente a estas preguntas si las mamás o los papás demuestran preocupación en el sentido que “ojalá estés en la clase con pepito porque conozco a sus papás y el es buena gente” o “cruza los dedos para que te toque la profesora Panchita porque dicen que es chévere, sino…quién sabe que harás” siendo estas frases la que escucha tu hijo, seguro tendrá mucho stress y temor frente al inicio de clase, pues te sentirá a tí inseguro, pero si haces todo lo contrario, animándolo a que está bien cambiarse de paralelo pues podrá hacer nuevos amigos y esa es una oportunidad en la vida que le abre opciones a conocer más personas en quienes seguramente podrá descubrir amistades nuevas, si a tí te parece que las maestras y maestros son buenos, y si exigen mucho mejor, seguramente tu hijo se sentirá más tranquilo frente a los temores naturales que implica el cambio, pero por sobre todo sentirá que tu confías que el es capaz.

Hábitos del año escolar

Estando a pocos días del inicio del año es aconsejable retomar ciertos hábitos que son los que vivimos durante el año escolar, como son por ejemplo la hora de acostarse a dormir, es momento de volver al horario de acostarse pues esto ayudará mucho a que puedan levantarse temprano cuando tengan que madrugar para ir al colegio. Apagar la tv y tabletas como mínimo 30 minutos antes de ir a dormir para que puedan descansar bien será también un ámbito necesario de retomar, como también respetar las horas de comidas y aseo personal.

La inversión económica

Frente al inicio del año escolar los padres se enfrentan a la necesidad de un importante desembolso de dinero, lo cual implica un esfuerzo enorme.  Habrá que comprar libros, útiles, uniformes, zapatos, y esto por cada hijo en etapa escolar. Ayuda a bajar estos costos el intercambiar libros y uniformes con primos o amigos, alternativa muy válida, cada vez más practicada por padres de familia.  Para esto es muy importante enseñar a sus hijos el valor de las cosas, lo que significa cuidar de sus libros y uniformes para que puedan servir luego a sus hermanos menores, primos o amigos, teniendo en cuenta que será un ahorro para sus padres.

Esta inversión escolar puedo ser muy útil a la hora de educar a nuestros hijos, podemos explicarles que significa un desembolso importante por lo tanto se invita a los hijos a ser cuidadosos con lo que tienen (Cuidar las plumas, lápices, etc, no dejar botados los cuadernos ni perder libros, evitar manchar los uniformes ) pues significa un esfuerzo para sus padres además de invitarlos a tener una actitud de ahorro pues se ha gastado en el inicio a clase.  Esto los prepara para la vida enseñándoles que todo tiene un valor y que se necesita ser responsable en su manejo porque hay un esfuerzo por detrás. Conversar sobre esto no quiere decir “sacarles en cara lo que hago por ti” sino compartir que significa un esfuerzo y que en contraparte piden ser responsables con su uso.

¿Es tu hijo un buen amigo?

Los padres nos preocupamos mucho de la vida social de nuestros hijos, de si tienen amigos, cómo los tratan en la esfera social, y por supuesto estamos siempre alertas de que nadie les haga daño emocional ni físicamente.

Pero, ¿nos hemos preguntado si nuestro hijo es un buen amigo? ¿De si tiene cualidades amigables que inviten a otros niños en edad similar, a acercarse a él y desear su amistad?

 

Qué significa ser amigo.

Actualmente la definición de amistad se ha generalizado, y probablemente gracias a la tecnología y redes sociales, la palabra amigo se entiende más como “contacto” que como relación personal propiamente dicha.

Los amigos nos ayudan a que la vida sea alegre y más llevadera. Si podemos resumir el concepto de una verdadera amistad, podría ser procurar siempre lo mejor para esa persona. Considerarla y honrarla lealmente.

Los amigos tienen una gran influencia en el desarrollo de nuestra vida, y por ello desde que los niños son pequeños, deben de aprender las cualidades de una verdadera amistad a fin de que puedan saber reconocerla y valorarla.

Hay que empezar por enseñarles a los niños desde pequeños el valor que tienen los amigos en su vida. Hacerles notar con el ejemplo, que valoramos a nuestros amigos y estamos pendientes de ellos, recordando fechas y sucesos importantes, y compartiendo momentos agradables junto con ellos.

 

Enséñale a tu hijo cómo ser un buen amigo:

  • Aprender a escuchar.

Ser amigos no se trata únicamente de jugar o divertirse juntos, también significa escuchar al otro. A algunos niños les cuesta un poco expresarse, en este caso sería de utilidad que tu hijo le pregunte a sus compañeros por su familia, sus hobbies, gustos, entre otros. De esa manera el amigo se sentirá escuchado y sabrá que tu hijo tiene interés por lo que sucede en su vida.

  • Ser tolerante y respetar las diferencias.

Tu hijo, a cierta edad, ha comprendido que su familia tiene algunas costumbres y principios que los caracterizan y con los cuales se identifica. Eventualmente se encontrará con niños que serán diferentes a él, tengan otro modo de pensar o actuar, y deberá aprender a respetarlo con esos valores y creencias.

  • Ser perfecto no es un requisito.

Para ser un buen amigo, y persona agradable en general, se debe saber reconocer nuestros errores. De la misma manera, primero debemos conocernos a nosotros mismos, saber nuestras fortalezas y debilidades, respetarnos, y de esa manera será posible ofrecer ayuda y amistad a los demás.

  • Apoyar en los buenos y malos momentos.

Es sencillo ser buen amigo cuando las cosas marchan bien, pero es común que los pequeños no tengan interiorizado aún el concepto de amistad en su totalidad, por lo que debemos enseñarles que es aún más significativo apoyar a nuestros amigos en los momentos menos afortunados. Por ejemplo, si el amigo tiene una caída y debe abandonar el juego, acompañarlo a buscar a un adulto. O si no comprende una materia, brindarle la ayuda que pueda ofrecer.

Si tu hijo tiene dificultades para entablar amistades, hay algunos recursos que puedes usar para ayudarlo en esta tarea. Las actividades deportivas o de expresión como el teatro y artes en general, son de gran ayuda pues ayudan a los niños a expresarse libremente y darse a conocer a los demás.

Los niños procuran encontrar en otros cosas buenas y agradables, por ello la importancia de ayudar a nuestros hijos a desarrollar sus talentos y virtudes, eso será un imán para que la gente se sienta a gusto con ellos.

Invita a tu hijo a reflexionar: Pregúntale qué cualidades valora en sus compañeros y amigos, cuales son los comportamientos que admira y le hace sentirse orgullo de ellos. Analicen, que de la misma manera, ellos quieren ver algo similar en él, por lo que debe trabajar en cultivar habilidades y rasgos positivos de su personalidad.

Muchas veces ocurre que, sin proponérnoslo y sin siquiera imaginarlo, estamos haciendo amigos día tras día al convivir con nuestros compañeros,  al cabo del tiempo, nos damos cuenta de que podemos contar con algunas personas que hemos frecuentado sin esperar su amistad.

Hay muchas formas de ser amigo. Ayuda a tu hijo a tener amigos —siendo amigo él mismo— del modo que le resulte más natural. 

Las rutinas, y la importancia en el proceso de crianza con nuestros hijos

Compartan los consejos que nos enseña Nicole Lilliegren sobre "las rutinas, y la importancia en el proceso de crianza con nuestros hijos".

Proceso de crianza de nuestros hijos, entre ser amables y ser firmes

Nicole Lilliegren (colaboradora de Construyendo Familia), es Psicóloga Clínica con Maestría en Clínica Infantil, nos explica en esta ocasión sobre un tema muy importante en el proceso de crianza de nuestros hijos, entre ser amables y ser firmes. Comparte este video para que más familias, y en especial papá como mamá puedan encontrar el camino correcto, para educar a sus hijos de la mejor manera posible.

¿Por qué no obedecen los hijos?

Si hablas, das órdenes una y otra vez y hasta te enojas pero a tus hijos ni les va ni les viene, es que al parecer has perdido la autoridad. La obediencia es a los hijos como la autoridad es a los padres. Son dos elementos que se fusionan y depende el uno del otro. En palabras más sencillas: sin la autoridad de los padres no puede haber obediencia de los hijos.

La ausencia de autoridad de los padres, es decir, la ausencia de normas, de límites, de acciones que deben ejecutar, desconcierta a los hijos. Y les hace sufrir porque desconocen el camino a seguir. Cuando el niño sabe exactamente lo que se espera de él, conoce los límites y normas que debe cumplir, cuando se le exige acompañado de cariño, el niño se siente seguro, tiene referencias y nosotros por tanto estamos ejerciendo bien la autoridad. Ejercer la autoridad es enseñar valores a nuestros hijos, es ayudarles a madurar, es darles los cimientos para toda una vida futura, es formarlos en base al respeto, el amor y cumplimiento de normas. Muy diferente al autoritarismo, el cual busca imponer sin importar el beneficio de los demás, pues lo hace para demostrar su poder.

Una de las consecuencias que acarrea la ausencia de autoridad paterna es la manipulación de los hijos. Lo cual es lógico, cuando los padres no tienen una postura firme sino que son como veleros que se van para donde sople el viento, los hijos toman el mando de control y los padres quedan relegados. En la mayoría de los casos, cuando los hijos no obedecen, se debe a una autoridad mal ejercida.

Laura María Noboa, licenciada en orientación familiar y directora de la web ecuatoriana ‘Construyendo Familias’, explica que muchas veces los hijos no obedecen porque tratan de llamar la atención de los padres de forma negativa, sobre todo cuando los padres viven regañando a los chicos.

“Mejor es un palo que nada. Esto significa que los niños necesitan atención de sus padres para saber que existen y que son amados. Esta atención puede venir de forma positiva o negativa. Si tú solo retas a tus hijos les estás dando una atención negativa, entonces los hijos aprenden desde chiquitos que el papá solo lo mira para regañarlo y cuando hace algo bien nadie lo mira”, detalló la experta.

Nadie quiere ser transparente entonces, si la única forma de que tus padres te presten atención es desobedeciendo, esa es la vía que elegirán los hijos. Los niños que solo hacen berrinches deben llevar a sus padres a cuestionarse: ¿Qué tanto miro a mis hijos cuando hacen las cosas bien? ¿Acaso vivo regañándolo y castigándolo? Recuerda que el clima familiar lo pone papá. (F)

 

Fuente: ElUniverso.com

Los 7 principios para hacer que el matrimonio funcione

Los 7 principios para hacer que el matrimonio funcione es la recopilación del trabajo profesional de 40 años del Dr. Gottman, fundador y director  del instituto Gottman.  En esta obra el nos entrega un análisis en base a la experiencia del trabajo con parejas de los 7 principios que el considera deben tomarse en cuenta para el éxito del matrimonio, así como de las actitudes y comportamientos que usualmente llevan al fracaso del mismo.  

Este libro se lo encuentra en la web con posibilidad de descargar.  

Espero lo disfruten y que cada matrimonio encuentre en él ese ingrediente que vienen necesitando, que podría implicar un cambio importante en la relación.

 

 

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