la respuesta me encantó: “cada vez que requieres un desafío, cuando sientes que tus fuerzas se agotan: SISU” En los tiempos que vivimos que importante es practicar y optar por este SISU en la relación conyugal y vida familiar.
Hoy, en que nubes grises circundan nuestras familias por dificultades laborales, económicas, cuando nada parece ser seguro, que importante es tener la determinación de renovar nuestro amor conyugal, y animarnos mutuamente a continuar luchando por nuestros proyectos conyugales y familiares.
Todas las crisis sirven para crecer y las sobrellevan quienes enfrentan los obstáculos con creatividad; al superarlas, siempre resultan fortalecidos y la relación se hace más sólida, porque juntos se apoyan para superar las adversidades.
Superar adversidades no es hacerse “el tonto” y actuar como si nada pasa, tampoco es entristecerse al punto de que todo se vuelve confuso. Se trata de ser flexible y analizar las situaciones actuales para buscar nuevas y diferentes alternativas que permiten superar obstáculos desarrollando comportamiento positivos, audaces, creadores, de modo que las emociones negativas (enojo, ira, rabia, tristeza, descontento) no se instauran y la pareja y a la familia manejan la tensión con equilibrio emocional que genera bienestar y paz. Qué fácil es confundirse, y considerar que cuando los problemas y dificultades nos llegan la opción es recriminarnos mutuamente, como si pretendiéramos encontrar culpables y los “¿por qué nos pasa esto?” invaden nuestros diálogos. Esta actitud no nos lleva a encontrar ninguna solución, por el contrario, busca y genera angustia. En cambio, con SISU debemos preguntarnos
- ¿Para qué atravesamos esta u otra situación o circunstancia?
- ¿Cómo podemos afrontarla juntos?
- ¿Qué fortalezas tengo yo, para aportar a la solución?
- ¿Cuáles tienes tú?
- ¿Qué otras opciones podemos desarrollar o emprender?
Es justamente en adversidades que desarrollamos creatividad, innovación. Cuando uno vive sobre-protegido dentro de la familia no aprovechamos las oportunidades que la resolución de conflictos nos brinda para conocer otras facetas y capacidades que todos guardamos en nuestro interior. Este es un aprendizaje familiar, y como todos, es transmitido por medio del testimonio de los esposos que, convencidos de su capacidad para superar obstáculos en forma renovada y exitosa, muestran a sus hijos la confianza mutua y la decisión de juntos encontrar nuevas y mejores alternativas que benefician y favorecen el bienestar común, enriqueciendo además la relación conyugal. Esta actitud nórdica SISU es absolutamente imitable y factible de aprender. Todos podemos responder con un SISU al reto y desafío del tiempo actual si mostramos:
- Amor incondicional a nuestra esposa/o e hijos
- Confianza mutua y plena entre todos
- Aliento para asumir decisiones en forma independiente
- Favorecemos la autonomía y compartimos responsabilidades
- Mostramos calma y serenidad para escucharnos mutuamente
- Respetamos nuestros valores familiares
- Asumimos las consecuencias de nuestras acciones
- Miramos el futuro con optimismo y esperanza
- Promovemos un ambiente reflexivo que solucione problemas
- Concluimos lo que emprendemos hasta evaluar su resultado
- Encontramos humor en la vida cotidiana
- No dejamos nunca de reírnos juntos
- Pedimos ayuda cuando lo necesitamos
- Rezamos pidiendo a Dios su cuidado y protección