En nuestro árbol de familia siempre hay actividades, eventos, horarios y muchas responsabilidades que tenemos que cumplir. En muchas ocasiones no nos gustan cumplirlas ni nosotros como padres menos a nuestros hijos, es entonces donde aparece una frase que utilizamos en Disciplina Positiva, “deja que la rutina mande”. Las rutinas son el mapa de nuestro día, lo que nos va a ayudar a mantener un orden y estructura para no perdernos. De esta manera podremos realizar todas nuestras actividades de una manera más asertiva. Para evitar conflictos entre padres e hijos simplemente decimos “¿qué dice tu rutina?” y así evitamos el famoso “cuantas veces te tengo que decir…” y estar detrás de ellos como policías.
Las rutinas son muy importantes porque son quienes permiten establecer los primeros límites y estructura en nuestros hijos. Nos ayudan a establecer horarios, el paso a paso de actividades, un orden que muchas veces hasta nosotros como adultos lo necesitamos. Mucho ojo, al momento de establecer rutinas hay un par de puntos que tenemos que tener en consideración:
1. Diseñarla con nuestros hijos. Puede ser que hay necesidades nuestras que no van a hacer click con las de ellos, como la hora de comida quizás o baño.
2. La rutina no TIENE que ser rígida e inamovible, al contrario una vez establecida es importante tener días o momentos "extraordinarios" que se salgan de la rutina para practicar la flexibilidad de nuestros hijos.
3. A medida que crecen nuestros hijos las rutinas se deberán ir modificando gradualmente y está en nosotros ser lo suficientemente flexibles para que funcione.
4. Siempre tener presente las necesidades de mis hijos y las mías.
Ahora que el panorama de las rutinas está más claro, quisiera compartir unos cuantos beneficios que las rutinas nos pueden proporcionar al momento de criar a nuestros hijos.
- Generan en nuestros niños seguridad, porque saben que viene después. Desde las edades tempranas su nivel de ansiedad puede elevarse con facilidad por una falta de seguridad. Porque en ocasiones no sabe a dónde va, qué van hacer luego y así. Es por eso que utilizando las rutinas como un método de anticipación los niños funcionan de una mejor manera al momento de proponerles sus responsabilidades.
- Disminuye los berrinches ya que les permite ser más flexibles al momento de realizar la transición de una actividad a otra. Las rutinas siempre tienen un inicio y un final, este concepto en la vida cotidiano de nuestros hijos es muy difícil de comprender. Por esta razón al tener la rutina ilustrada es fácil para ellos ver que después de su baño viene un cuento, de esta forma le darán ganas de salir de su baño más tranquilo sin necesidad de un gran berrinche.
- Los entrena para seguir instrucciones, lo que les permite desarrollar paciencia y tolerancia dos habilidades esenciales para su vida. Que un niño escuche a la primera o siga instrucciones es una tarea que toma tiempo pero al tener su rutina personalizada comprenderá con mayor facilidad ya que sabe lo que tiene que hacer.
- Los hace responsables de sus actividades porque ellos solos las siguen, sin tener que estar persiguiéndolos. La DP siempre nos propone realizar una rutina visual para que ellos se puedan guiar de manera independiente. Empoderar a nuestros hijos es otra de las bondades que tienen las rutinas, ya que al tenerlas no necesitan que estemos detrás de ellos siempre. Si Juan de 5 años sabe que todas las mañana después de desayunar debe cepillarse los dientes y lavarse su cara, aún y cuando no le guste lo tendrá que hacer porque son los pasos de su rutina que él diseñó con mamá. Entonces papá y mamá simplemente preguntarán que te hace falta de rutina para irnos a la escuela. De esa forma Juan va tomando responsabilidades acorde a su edad y etapa de desarrollo.
- Disminuye los conflictos porque ya nosotros como padres no los perseguimos para que realicen sus actividades, "dejamos que la rutina mande" como lo comentamos al inicio del artículo.
Son muchos los beneficios que podemos obtener gracias a las rutinas pero estos son los que considero más relevantes. El diseño y su uso está en nuestras manos, ya que como padres tenemos la gran responsabilidad de criar a nuestros hijos no solo con amor sino con estructura. Permitamos que nuestro árbol de familia se nutra no sólo de las cosas que nos gustan sino de lo que necesitamos para que se fortalezca de manera integral.
