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¿Celos entre los abuelos, por el amor del nieto?

¿Es esto posible? ¡Pues sí!

En algunas ocasiones sucede que los abuelos maternos están celosos de la relación que tienen sus nietos con los abuelos paternos, y viceversa. O de la relación que tienen sus propios hijos con sus nietos, pues les parece que es mejor que la que ellos tuvieron a esa edad con sus hijos. Estos celos no son saludables, pues alejan a los miembros de la familia causando rechazo de quién los provoca. Los invito a que trabajen sus sentimientos, revisándose cómo podrían hacer para sentirse más cercanos a sus nietos, en vez de pensar en competir por el amor de ellos. Posibles soluciones para ganar cercanía afectiva con tus nietos:

  • Cuando te visiten, o los visites tu a ellos, dedícales tiempo en el cual les des toda tu atención.
  • Escucha atento lo que te cuentan y participa interesándote en ellos de manera genuina.
  • Reconoce en ellos aquellos aspectos en que son únicos, distintos al resto de nietos.
  • Comparte alguna actividad de la cual disfruten los dos.
  • Cuando estén juntos, pídele que te cuente lo que para él es importante.
  • Comparte y celebra con él sus logros.
  • Que sienta tu cercanía y tu fé en el cuando le vaya mal.

Procuren cuando los visiten tener algo preparado para hacer con ellos si son pequeños, o un tema de conversación, si son más grandes. Los nietos amarán a todos sus abuelos si los sienten cercanos, cariñosos e involucrados con ellos. No necesitan que los llenen de cosas o regalos, sólo sentir que les importan, que son especiales para ustedes. Necesitan sentir su amor.

Los celos entre los nietos por que los abuelos tienen un nieto preferido

Aunque no debería suceder, el nieto preferido es una realidad para muchas familias, en algunas por ser el mayor, en otras por llamarse como el abuelo, motivos habrán según los valores de cada familia. Esta es una realidad se dan cuenta los demás nietos sintiendo rechazo hacia los abuelos, pero sobre todo hacia el nieto preferido, lo que ocasiona continuas peleas y distanciamientos entre primos. Incluso podría derivarse en una rivalidad entre los hermanos, padres de los nietos. Los niños sólo quieren sentirse amados y aceptados y no necesitan mucho para que esto suceda: abrázalos, juega con ellos, conversa. Pero si como abuelo, lo dejas a un lado porque prefieres estar con otro, su reacción será negativa. Si son pequeños, estarán huraños y malcriados, si son adolescentes simplemente no querrán ir a visitarte. Ellos son distintos entre sí, pero cada uno tiene algo especial por ser descubierto, algo que seguro valorarás, haciéndolo único. Busca en cada nieto cosas afines a ti. Tú eres el adulto de la relación, él te amará en la medida en que lo busques y le des cariño. Trata a todos con las mismas reglas y con el mismo afecto, evita hacer diferencias y fomenta juegos entre ellos, para que aprendan a conocerse y amarse. Como líderes de la familia están llamados a la unión de ésta, lo que implica poder integrar a todos los miembros que la conforman respetando la identidad de cada uno de tal forma que se sientan especiales por ser quienes son.  Las preferencias a los nietos ahondan las rivalidades entre hermanos, actualizándolas como si todavía fueran niños.  Son los abuelos, quienes tienen esta nueva oportunidad para que a través del amor a los nietos se ayude, en caso que hubiere, a sanar las rivalidades de los hijos/hermanos, a través de relaciones armónicas entregando a cada uno la mirada especial de amor de los abuelos.

Cuando los abuelos son los que cuidan a los nietos

En la actualidad las familias jóvenes en las que trabajan papá y mamá, necesitan de la ayuda de sus padres para el cuidado de sus hijos.  Los nuevos abuelos, conscientes de la necesidad de trabajar de sus hijos acceden a colaborar con el cuidado de los nietos, quienes comparten gran parte del día con ellos.   Esta realidad puede vivirse de manera muy positiva si se atienden a tiempo las dificultades que se presentan, pero también puede resultar que el nivel de complejidad desborde tanto a padres como a los abuelos.

 Revisemos algunas de las situaciones que pueden darse:

¿Quién educa?

La principal circunstancia por la que los abuelos cuidan a diario a sus nietos es por el trabajo de sus padres, sea que estén pequeños y requieran de cuidado constante todo el día, o cuando van a la escuela y al terminar el período de clase regresan a casa de los abuelos, en donde sus papás los recogen al terminar el día, para dormir en su casa. Por lo tanto los niños de lunes a viernes viven con sus abuelos, y duermen con sus papás, compartiendo en su casa sólo los fines de semana. Frente a esta realidad tanto los abuelos como los padres deben de tener claro quién educa a los niños y cuáles son los límites entre los padres y los abuelos a la hora de educar.

¿Quién es el responsable?

Es importante que en todo momento tengamos claro que son los padres los responsables de educar a sus hijos. Los abuelos les hacen el favor de cuidarlos para que ellos puedan ir a trabajar. No por esto los abuelos permitirán que en su casa los nietos carezcan de límites. Deberá haber límites claros, como:

  • no tocar la tablet de la abuelita con las manos sucias
  • ni jugar con sus lanas,
  • no despertar al abuelito de la siesta,
  • no tocar lo adornos, ni meter los deditos en la jaula de los pajaritos.

Habrá normas generales que se cumplen en ambas casas como

  • el horario para hacer los deberes,
  • bañarse
  • y comer.

Pero el cumplimiento y el reforzamiento de éstos debe ser trabajo de los papás.

No puede haber desautorizaciones, sino al contrario, un mismo discurso de papás y abuelitos.

¿Padres desautorizados? Nietos confundidos

En algunas ocasiones los abuelos están tan involucrados en la educación de los nietos que asumen el rol de papás desautorizando constantemente a los padres. Esto puede pasar en las familias en las que los abuelos se ocupan de los nietos durante la semana para que los hijos trabajen, como en aquellas en que no los cuidan, pero por alguna circunstancia están sobre-involucrados. Si el padre ha pedido que tienen que tomar la sopa, los niños deben de tomarla, en cambio si el abuelo dice “no importa, no te la tomes”, el niño se va a confundir y pensará “lo que dice papá no me gusta y no es importante, y lo que dice el abuelito sí” Esto le quita autoridad al padre a la hora de educar a su hijo. Si por alguna razón decides que no le darás la sopa, llama al padre y consúltalo, no tomes decisiones que desautorizan las instrucciones entregadas por los papás. Sólo respetando a los papás serás bienvenido en su casa, o te los dejarán en la tuya para que compartan contigo. Esta forma de tratar de ocupar su lugar confunde a los nietos privándolos de tener unos padres con autoridad y unos abuelos engreidores.

¿Cuándo aparecen los problemas entre los abuelos y sus hijos?

Los problemas aparecen cuando los hijos delegan en sus padres las funciones de educar a sus nietos. Al asumir los abuelos ese rol que no les corresponde, se producen situaciones de tensión y confusión. Los niños terminan sin tener claro a quién obedecer, pues tienen padres que parecen sus hermanos, y abuelos que parecen sus padres. La función de educar a los hijos es responsabilidad intrínseca del rol de padre. Este compromiso lo heredan los abuelos en caso de que sus nietos quedasen huérfanos. Es igual de grave, que los abuelos desplacen a los padres, ocupando ellos su lugar. Debes colaborar para que tu hijo asuma su rol de padre. Dejar que otro haga su trabajo es lo más cómodo. No lo sobreprotejas ayúdalo, permitiendo que lo haga bien. A los hijos que puedan sentir que sus padres tienen la obligación de cuidar de sus nietos, es necesario ponerles límites. Los abuelos tienen una vida propia, compromisos, y muchos, aún trabajan; esto no significa que no los amen, pero los padres deben asumir su responsabilidad y entender que los abuelos ayudan en la medida en que les es posible. Los abuelos deben cuidar también el ser en ocasiones excesivamente afectivos, si los padres están retando al niño, no puedes ir a abrazarlo y engreírlo, no es el momento. Los nietos podrán ubicar a los abuelos como los buenos y a los padres como los malos, ecuación en la que todos pierden. Evita cualquier rivalidad que pueda existir en relación a tus hijos que son los padres de los niños. Esto sólo los alejará de ti, recuerda que son tus hijos, y todos están del mismo lado, no se trata de una competencia por el amor del nieto.

¡Los niños necesitan a sus padres y a sus abuelos, cada uno haciendo lo que le corresponde!

Lea también: Ser abuelos: una nueva etapa en la vida 

Ser Mamá

Cada una de nosotras tiene una expectativa diferente de lo que significa ser mamá, esto tiene relación a nuestra propia experiencia como hijas, al estilo de maternidad que hemos vivido desde nuestra madre, abuelas, tías y otras mujeres adultas que pueden haber estado a nuestro alrededor mientras crecíamos, de quienes aprendimos lo que queremos imitar, y de lo que nos gustaría diferenciarnos, al momento de ser “mamás”. Con el nacimiento de nuestro primer hijo nacemos como madres, y es junto a éste que iremos creciendo y definiendo nuestro estilo de mamá. Descubriremos que frente a cada hijo existe la posibilidad de actuar o reaccionar de forma diferente, pues aunque seamos la misma persona, tenemos con cada uno de ellos una relación única ya que ellos son diferentes entre sí.  Esto nos permite descubrirnos con un infinito de posibilidades personales que podremos aprovechar para ser la mejor versión de nosotras mismas. La maternidad implica la responsabilidad de amar, criar, guiar y proteger a nuestros hijos, ser su ejemplo, señalarles el norte.

Esta tarea no es delegable… es un acto amoroso que dura toda la vida, pero evoluciona constantemente en la medida en que nuestros hijos crecen y maduran.

Cuando recién nacen ocupan todo nuestro tiempo, atención y cuidados. A medida que aprenden a caminar empezamos poco a poco a soltar sus manos y a acompañarlos en su caminar por la vida.  Siempre pendientes, poniendo límites y reglas, armando sus rutinas, dándoles guía, atención y cuidados. Permite que se vista solo a los 4 años y ayúdale a abotonar su camisa; que haga sus deberes solo a los 6 años, después de haberlo ayudado a organizar sus tareas; y así, permitir que crezca, madure y gane autonomía, para que a la hora de ser adulto y tome las riendas de su vida, lo haga de manera independiente y segura.  Pero seguiremos siendo sus madres, y estaremos allí cuando nos necesiten, siempre para amarlos y darles compañía y buen consejo.  

El amor de Mamá, una mirada que construye autoestima

¡El poder de la mirada! Las miradas son poderosas a la hora de transmitir un mensaje, pero la mirada de mamá es trascendente. Una mirada, dependiendo como sea ésta, lleva un claro mensaje de amor, aprobación, así como desprecio o reprobación.

La mirada lleva un mensaje que va directo al alma, y se queda grabada en la memoria emocional con un significado;

Por lo tanto a mayor cantidad de miradas de amor, mayor autoestima; a mayor cantidad de miradas de reprobación será mayor la descalificación recibida.  Estas miradas se van grabando de tal manera que nuestros hijos se construyen frente a ellas, es como un espejo en el que se ven, ahí radica nuestra responsabilidad, en que debemos devolverles una mirada honesta, fiel reflejo de ellos.  Que sume más en positivo a que reste en negativo, pues esa es la manera en que ellos aprenderán a quererse a sí mismos. Es en la mirada de mamá en la que encuentran complicidad, descanso, consuelo en los momentos en que ellos lo necesitan, por esto es tan importante que estemos presentes para ellos, sea que perdieran un partido de fútbol, se pelearan con la mejor amiga, o les terminó la novia; si ellos han sentido en su vida que pueden descansar en la mirada de mamá, lo seguirán haciendo y la seguirán buscando.

 “La mirada de amor de mamá es un regalo para toda la vida”

El legado de Mamá... Las tradiciones familiares

Al ser mamá tenemos oportunidades excepcionales, de las que no siempre estamos conscientes, pero si somos capaces de proyectarlas, descubrimos el enorme poder de influencia que tenemos, y cómo, a través de éste, podemos sembrar en nuestros hijos la experiencia de hábitos, costumbres y tradiciones que formen parte del bagaje emocional familiar y por lo tanto, construyan vivencias familiares importantes que puedan transmitirse de generación en generación, que unan y le den sentido de pertenencia.  Comienza desde que son pequeños, no esperes a que sean adultos para hacerlo. Si vienes de una familia de tradiciones, puedes continuar con algunas y reinventar otras adaptándolas a los tiempos modernos, pero si vienes de una familia sin costumbres que los una, tienes la posibilidad de empezar tú.

  • Hay familias que se reúnen a comer cangrejos o ha hacer una fritada y gozan tanto de esto que lo convierten en una tradición,
  • O los domingos en la noche a jugar juegos de mesa.
  • Ven películas los lunes y al finalizarla, conversen acerca de ella, qué les gustó, qué les sorprendió.
  • Conversan de temas interesantes durante el almuerzo, donde pueden todos opinar, preguntar y aprender a tener criterio.
  • Van al fútbol en familia.
  • Arreglan el jardín.
  • Visitan enfermos o personas necesitadas.
  • Otras eligen ciertos platos especiales que a todos les gustan para celebrar los días de fiesta de tal forma que con solo imaginarlos todos esperan que llegue ese día. En mi familia es tradición una muselina de chocolate con biscotelas que solo comemos en Navidad y Año Nuevo, y todos esperamos con ánsias la tan esperada muselina!
  • Hay otras familias que eligen cierto día de la semana para reunirse con todos y ponen de su parte para tener un día muy bonito, acogiendo con cariño a los suyos. Esto debes llevarlo con inteligencia, ya que cuando los hijos se casan y hacen su propia familia, tienen que acudir también a la casa de los padres de su pareja.  Lo mejor es conversar con todos y acordar un día a la semana, que puede ser sábado o domingo, o como una tía muy querida que reúne a sus hijos y nietos un día miércoles, todas las semanas para que pueda ir y encontrarse.  Así se van conociendo los hermanos, cuñados, y nietos.

No importa lo que decidas hacer, importa que se reúnan, se conozcan, compartan y se creen vínculos que los acompañarán siempre. No sólo hay que provocar y planificar la actividad o reunión, sino también transformarla en algo agradable para todos, crear un ambiente que contagie a los miembros de tu familia para que quieran y busquen repetirlo.  Hay quienes dicen que detestan el día de la madre porque su mamá siempre se ponía triste, o porque se reunían y sólo discutían los adultos, o que celebrar cumpleaños es feo porque sus papás tenían siempre conflictos en esa fecha. Cuidemos que sea un momento de unión, pues así estaremos sembrando positivamente.  Muchas veces puede ser muy cansado, pero lo importante en la vida nunca es ni sencillo ni fácil, y el beneficio es inmenso.  Inténtalo y verás cómo resulta en una experiencia de amor. Lea también: Buscar ¿Cuándo comienza a existir el ser humano ? 

 

 

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