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Recomendaciones después de un terremoto

El 16 de abril del 2016, hemos vivido un terremoto, y con él, hemos experimentado muchas sensaciones desoladas y también de solidaridad de todo un país que se movió a apoyar.  Comparto un documento producido por amigos de ICAS ARGENTINA, que he adaptado para nuestros lectores con algunas recomendaciones después de un terremoto.

Terremotos y Tsunamis son fenómenos naturales de gran magnitud que impactan psicológicamente a las personas. Provocan una crisis tanto individual como social por la sensación de falta de control y desprotección que generan.

Estas crisis inesperadas son eventos traumáticos que rompen abruptamente la cotidianidad de personas, instituciones y comunidades.

¿Qué puede experimentar una persona que es víctima de un terremoto?

Un desastre natural, como un terremoto, implica una situación de crisis inesperada, sorpresiva y de gran carga emocional que puede producir en las personas distintos niveles de shock, según cómo lo han vivido.

Produce un impacto psicológico importante, en la gran mayoría de las personas, tanto adultos como niños, que debe ser considerado ya que suele dejar como secuela una serie de reacciones que afectan el estado físico y mental de la persona, y puede observase en el corto o mediano plazo.

¿Son normales estas reacciones?

Frente a una crisis de este tipo, en un primer momento se vive un fuerte impacto emocional, que se caracteriza por confusión, desorganización y no saber cómo actuar.

También puedes esperar emociones como: miedo, rabia, dolor, pena e impotencia, entre otras.

¿Qué síntomas pueden presentarse?

Síntomas específicos que suelen presentarse de manera inmediata a la catástrofe o incluso hasta seis meses después.

  • Recordar o revivir reiteradamente el evento. Puedes tener recuerdos o sueños reiterativos y angustiantes de la situación, y también reacciones físicas a situaciones que te recuerdan el evento traumático, como gritar cuando ves que se mueven las cosas por algún motivo, o brincar del asiento ante un ruido parecido al del terremoto, etc.
  • Evasión o evitación.
    • Puedes experimentar “insensibilidad” emocional o sentimiento de que nada te importa
    • sentimientos de despreocupación e indiferencia
    • incapacidad para recordar aspectos importantes del trauma
    • aislamiento de las personas
    • lugares u objetos que hacen recordar el evento
    • sensación de un futuro incierto
  • Estado de excitación,
    • Puedes tener dificultad para concentrarte
    • una respuesta exagerada a las cosas que causan sobresalto, irritabilidad o ataques de ira
    • dificultad para dormir
  • Sentimientos de culpa. En algunos casos, puedes tener sentimientos de culpa acerca del evento.
  • Síntomas físicos característicos de ansiedad, estrés y tensión, como:
    • mareo, desmayos, dolor de cabeza o malestar físico general.

¿Cómo podemos manejar mejor el impacto de un terremoto?

  • Busca un espacio donde encuentre apoyo.  Toda persona que ha vivido una experiencia traumática necesita un espacio para poder hablar y compartir lo que le pasó.  Busca un grupo de apoyo o conversen entre familia y vecinos.  Habla de tus vivencias y expresa tus emociones, así podrás disminuir la intensidad de emociones tales como la angustia y/o depresión.
  • Fortalece tus habilidades y competencias.  En situaciones de crisis las personas pueden sentirse inútiles e incompetentes, y olvidar que en otros momentos de su vida no fueron así, es normal luego de haber vivido un desastre de gran magnitud.  Recuerda tus habilidades y de lo que has sido capaz de lograr hasta hoy.  Ese eres tú, una persona capaz y competente que está atravesando por una crisis.
  • Focaliza tus tareas.  Las personas que han vivido una situación de crisis necesitan enfocarse en tareas concretas, es una fórmula práctica para poder tener tranquilidad y focalizar tu energía en salir adelante.  Haz un listado de las necesidades o tareas que hay que realizar, priorízalas y enfócate en una a la vez.
  • Transmite la confianza.  Es importante transmitir confianza a los miembros de tu familia, dividirse en las tareas que cada uno puede realizar de acuerdo a su edad y su capacidad, eso los ayudará a formar un equipo y apoyarse los unos a los otros.
  • Mantén la Esperanza.  Debes mantener la esperanza, sabiendo que serás capaz de enfrentar y resolver las situaciones que se presentan, por más duras que sean.
  • Descansa.  Es característico de las personas que enfrentan una crisis el que se cansen excesivamente o que tengan dificultad para irse a reposar.  Esto los extenúa y es probable que los haga más ineficaces para enfrentar la situación.

Primeras semanas después del terremoto

La semanas y meses posteriores a un terremoto pueden ocurrir muchas réplicas, lo cual es tremendamente difícil por todas las emociones que estamos sintiendo.

¿Cómo restaurar la vida cotidiana?

Es necesario trabajar para restaurar la vida, el hogar y la familia y poner en orden los quehaceres cotidianos. Recuperarse emocionalmente es tan importante como curar las heridas físicas y como la reconstrucción de la casa. Asegúrate de que puedes permanecer en tu casa  porque es segura y no hay peligro o de que se derrumbe durante los temblores secundarios. Si puedes permanecer en tu casa, o volver a ella después de unos días, tendrás muchas tareas para llevar a cabo:

  • Gas: Antes de usarlo revisa la manguera de gas, si no está rota o fisurada, para evitar escapes
  • Electricidad: Si la electricidad se fue y luego volvió, revisa los daños en tus aparatos y equipos electrónicos
  • Si las tuberías de agua se rompieron, busca daños creados por el agua
  • Localiza y/o remplaza los documentos importantes que se hayan extraviado, dañado o destruido
  • Comunícate con tu agente o compañía de seguros de inmediato (si la tuvieres) para comenzar tu proceso de reclamaciones

¿Qué sucede si debes evacuar tu casa?

Si tu vivienda está en peligro o amenazada por un incendio, es necesario evacuarla. Sin embargo, los albergues pueden estar llenos y en los primeros momentos pueden carecer de los servicios básicos, No salgas de tu casa solo porque no funcionen los servicios básicos, o si tu casa y su contenido han sufrido daños moderados. Si debes evacuar tu casa informa a tus vecinos y contactos dónde vas a estar. Cuando seas evacuado, toma las siguientes cosas si es posible:

  • Botiquín de emergencias
  • Medicamentos y lentes
  • Suministros de agua y alimentos
  • Mantas, almohadas y colchonetas de aire o sacos de dormir
  • Ropa de cambio y una chaqueta
  • Toallas y paños
  • Pañales, alimentos y otros suministros para tu bebé
  • Algunas fotos de la familia y otros elementos para el ánimo
  • Documentos de identificación personal

Retorno al trabajo

El trabajo es un factor importante en la vida de las personas y fundamental para recuperar la sensación de normalidad.

Es importante que el lugar de trabajo facilite espacios de contención a sus empleados y permanezcan atentos a identificar síntomas en los empleados que puedan necesitar ayuda.

Debe tenerse en cuenta que tanto un terremoto, como una réplica, pueden darse en el lugar de trabajo y es necesario elaborar el plan de contingencia y hacer simulacros.

Recomendaciones

  • Todas las emociones son válidas y es bueno compartirlas con otros.  Contar lo ocurrido ayuda a elaborar lo vivido, al igual que recibir apoyo y consuelo.
  • Acércate a las personas que más quieres, en quienes más confías.
  • No trates de solucionar todo al mismo tiempo; busca consejo e información, tómate un tiempo para reflexionar y trata de resolver las dificultades concretas y más urgentes.
  • Da un paso cada vez.  No sigas la vida como si nada hubiera ocurrido;  necesitamos darnos un tiempo para recuperar la seguridad, la confianza y la esperanza.

Recomendaciones para ahorrar y bajar el estrés en época de regreso a clases

El regreso a clase implica una serie de ajustes tanto para los papás como para los hijos.  Para los papás significa una inversión importante de dinero en uniformes, libros, útiles , matrícula y pensiones para cada uno de sus hijos, además de volver a la rutina y tomar decisiones sobre el transporte a la escuela y las actividades extracurriculares que tendrán para éste año.

Es tan grande la inversión en dinero que en época de crisis es una causa importante de stress en la pareja de padres, aquí unas recomendaciones para ahorrar y bajar el estrés en época de regreso a clases:

  • Revisar los uniformes del año anterior para usar nuevamente los que estén en buen estado.  Los hermanos mayores y primos mayores podrán dar los uniformes en buen estado a los menores, los que han crecido un poco podrán bajar el hilván.
  • Revisar todos los útiles del año anterior para reciclar para el nuevo año toco aquello que sirva, lápices de colores, sacapunta, cartuchera, mochila, hojas...
  • Revisar la lista de libros y antes de comprarlos preguntar a chicos que ya cursaron ese nivel si les pueden vender a mitad de precio el libro usado en buen estado.
  • Dialogar en pareja acerca del presupuesto para inicio de clases y cual sería la inversión real por hijo.

Los padres nos sentimos presionados muchas veces por nuestros hijos, y por nosotros mismos, a que deben ir con mochila nueva, uniforme nuevo, útiles escolares recién salidos de la tienda, pero esto no es así.

Puede que tengamos ilusión de llegar al colegio con todo nuevo, pero la realidad nos invita a la austeridad, lo que significa invertir solamente en lo necesario, haciendo sacrificios necesarios, que marcarán de forma positiva la vida de la familia, pues es en éstos momentos y con decisiones valientes que las personas maduramos dándonos cuenta qué es lo que en realidad necesitamos, para darnos cuenta que muchas veces nos llenamos de cosas que no son indispensables.

Estoy convencida que debemos sentarnos a conversar con nuestros hijos, explicarles el significado del ahorro y así tomar decisiones que son positivas para toda la familia, de tal forma que lo vivan como una experiencia de crecimiento y no como algo negativo.

7 recomendaciones para el regreso a clases con armonía

La temporada de vacaciones cambia todo en la rutina de padres e hijos. Los horarios son flexibles y se presentan nuevas actividades como paseos, playa, deportes y juegos con amigos. Al ser muchas semanas de vacación, estos cambios suelen convertirse en hábitos, por lo que padres e hijos deben adaptarse nuevamente al año escolar.

Al igual que sucede en los adultos con la vuelta al trabajo, ciertos niños también sufren el síndrome postvacacional al incorporarse a la rutina escolar.

Los padres pueden contagiar entusiasmo e interés a sus hijos para que esta transición de las vacaciones a las clases no sea una carga negativa.

7 recomendaciones para el regreso a clases con armonía:

Una de las cosas que más les gusta a los chicos de las vacaciones, es tener libertad en los horarios. Por ello se recomienda empezar gradualmente la rutina del colegio dos semanas antes del inicio de clases. Por supuesto no debe ser de manera estricta, pero sí es de utilidad que se empiece con algo de la rutina que se tenía en época escolar, como por ejemplo la hora de acostarse y levantarse.

1. Seguridad

Una buena estrategia para lograr que los niños estén más tranquilos, es anticiparles las cosas. Cuando los niños son pequeños y están empezando la etapa escolar, es importante informarles datos del colegio, sobre todo si es nuevo, darles detalles y contarles cómo será su entorno en todo sentido.

Con niños ya escolarizados, podemos jugar a la escuelita para que recuerden cómo es esa rutina, recordar con ellos los lindos momentos del año pasado y compartir las expectativas que tienen para el nuevo año. En el caso de que sea la primera vez que van a la escuela, podemos llevarlos a visitarla, y que se familiaricen con las instalaciones, el patio, y los docentes.

2. Conocer a los docentes

Además, es de mucha utilidad tomarse un tiempo para hablar con la maestra o el maestro de nuestros hijos. No necesariamente sobre su rendimiento académico, sino sobre el estado de ánimo y actitud que tengan en clase.

3. Hábitos de estudio

Establezca reglas de estudio con los pequeños desde el inicio de clases. Póngales un horario para hacer la tarea y un lugar apropiado. Organizarse les ayudará a sentirse más seguros.

4. Aspecto social

Las relaciones sociales son muy importantes. El hacerse amigos, sobre todo de sus mismos compañeros, es muy importante para el proceso de adaptación. Será sumamente valioso generar en ellos el sentimiento de pertenencia al grupo, creando ocasiones de encuentro entre los niños fuera del horario escolar.

5. Atención a síntomas y signos

Es posible que observemos en los niños algo de cansancio, falta de apetito, somnolencia, falta de concentración, dolores musculares, taquicardia, molestias en el estómago o insomnio. Estos signos son pasajeros, hay que atenderlos y estar atentos a que vayan reduciendo su presencia y desapareciendo conforme los niños se hayan adaptado de nuevo a la vida escolar.

6. Motivación y ánimo

A nivel emocional también se puede observar falta de interés, irritabilidad, nerviosismo, inquietud, indiferencia o tristeza. Para combatir estos síntomas es bueno aclarar la idea o sensación de que las vacaciones son un estado absolutamente opuesto al periodo de trabajo y por tanto que uno es sinónimo de placer y el otro lo es de malestar y sufrimiento. Se debe proporcionar diariamente momentos de descanso y de recreación.

7. Fortalecer la independencia

Favorecer su autonomía. Valorizar los logros que vayan alcanzando los niños. Hay que transmitirles la alegría que supone ir a la escuela. Aprender, conocer nuevos compañeros, tener cierta independencia, desarrollar sus propios gustos. Es normal que se genere un proceso de adaptación al inicio, en el que algunos niños sienten un poco de ansiedad, dificultad para ajustarse a los horarios del colegio, o un poco de desánimo, así mismo, a veces ocurre todo lo contrario y los chicos se adaptan de manera inmediata.

Comenzar algo nuevo usualmente genera una mezcla de emoción y ansiedad. Debemos acompañar a nuestros hijos en el inicio del año, con ánimo y contagiándoles alegría y seguridad para emprender este nuevo reto.

Recomendaciones para la recuperación psicológica de niños luego de un terremoto

El 25 de mayo 2016 tuve el privilegio de asistir a la Conferencia promovida por la Universidad Casa Grande: “Acompañamiento psicosocial en situaciones de catástrofe, con enfoque en niños” en Guayaquil. Dictada por la Dra. en Psicología Ana María Arón y Mgs. Andrea Machuca, ambas de la Universidad Católica de Chile y del Centro de Estudios y promoción del buen trato: www.Buentrato.cl Luego de lo cual cubrimos su rueda de prensa, un extracto de la cual comparto en el video. https://youtu.be/p5bXIlaz33k  

Recomendaciones para la recuperación psicológica de niños luego de un terremoto

Permanencia en los albergues

  • Lograr que los niños estén con un adulto cuidador, que sea de su confianza y que esté seguro
  • Dar espacio a los niños, para hablar de lo que pasó
  • Permitir espacios de conversación, que jueguen y lean cuentos.

“No se asusten cuando quieran jugar al terremoto” dijeron, y me sorprendió, porque eso mismo sucede en Manabí. Los niños juegan con las vivencias que han tenido, el juego es un aprendizaje para ellos, y un canalizador de su estrés, y una experiencia reciente, por lo tanto que jueguen al terremoto, no debe ser extraño, sin embargo, para los adultos difícil verlos jugar al “terremoto” y usualmente los retan. Nos dejaron su cuento Cuando la tierra tembló. Es un muy buen material para trabajar esta experiencia, con ellos. Siguiendo con sus recomendaciones:

  • Procurar recuperar la rutina
  • Promover espacios a los adultos cuidadores para que estén seguros y bien, ya que ellos trasmiten seguridad a sus hijos
  • Procurar que el tiempo que pasen en los albergues no sea muy largo
  • Los albergues deben funcionar en formato familia, para que puedan replicar lo más pronto posible su funcionamiento familiar y la “normalidad” dentro de lo que cabe.
  • Promoción de espacios libres en los albergues, destinar áreas de juego dentro del albergue, canchas deportivas improvisadas para los adultos también.

En ocasiones sirve delimitar con cinta los espacios y áreas de juego, para que los niños tengan un espacio entre ellos para jugar y distenderse, sin estar siempre entre los adultos. Los niños tienen sus formas de manejar las tensiones, mientras juegan con niños de su edad.

Programas voluntarios en los albergues

Sugieren que los programas sean coordinados, ya que las instituciones se cruzan entre ellas y no se canaliza bien la ayuda, además, es bueno para los afectados, el tener un vínculo estable, esto es, que siempre sean las mismas personas quienes regresen a ayudarlos. No les hace bien que cambien todo el tiempo.

Programas educativos recomendación

Los programas educativos deben readecuarse luego de una catástrofe, ya que existen nuevas prioridades en las cuales enfocarse, sobre todo en los adolescentes 

 

 

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