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Navidad: ¿Con tu familia o con la mía?

Navidad: ¿Con tu familia o con la mía?

Cuando una pareja está recién casada se enfrenta en Navidad a elegir qué tradiciones adoptar y con cuál familia compartir la Nochebuena. Muchas veces los dos vienen de familias que celebran la Navidad en Nochebuena, lo que causa un conflicto, pues uno de los dos debe renunciar a su reunión a favor de la otra. Frente a ésta situación hay que lograr algún acuerdo para que los dos tengan la opción de pasar con sus seres queridos, así algunas parejas optan por turnar cada año una familia, otras logran conciliar entre las dos familias para que una celebre la cena temprano, y la otra familia lo hace más tarde, así pueden llegar a las dos casas. Hay familias que deciden tener a todos sus hijos unidos y sin correteos de casa en casa, así que optan por celebrar la navidad el 25 al almuerzo, de esta forma la pareja se reúne la Nochebuena con los padres de uno, y el 25 con los padres del otro, así están al 100% con cada una de las familias.

Cuando no se logra este acuerdo y las cenas se celebran a la misma hora, la pareja tiene un conflicto, pues puede compartir solo un momentito con cada una, estando un par de horas en un casa y de ahí otro momento en la otra casa, sintiendo que no estuvo realmente con ninguna, y con un gran sentimiento de frustración.

¿Que pasa cuando las dos celebraciones familiares son en la misma noche?

Lo más probable es que los dos sientan que su reunión es más importante, o más bonita que la del otro. Consideren que cada uno viene de una familia en cuya celebración seguramente se siente muy cómodo y contento, es lo que siempre a vivido y no va a recibir de buen agrado que su pareja critique o menosprecie sus costumbres y tradiciones familiares, menos aún a su familia.

10 Tips para llegar a un acuerdo:

1.  Dialogar en un momento de tranquilidad.
2.  Estar abierto a reconocer y escuchar las necesidades del otro como válidas
3. Ponerse en los zapatos del otro
4. Cuidar el tono de la conversación
5. Tratar de que los dos ganen por lo tanto cada uno tendrá que ceder en algo.
6. Buscar juntos alternativas para poder ir a las dos celebraciones
7. Una vez tomada la decisión sostenerla como pareja sin permitir que sus padres intenten que la cambien
8. Abrirse a que cada año podrán revisar el acuerdo
9. Respetar mucho al otro evitando descalificaciones
10. Una vez tomada la decisión, aceptarla y ser lo más felices posibles con ella sin boicotear la celebración  

Diferencias entre las celebraciones de las dos familias:

Podremos descubrir que algunas tradiciones de la familia de nuestra pareja son diferentes a las nuestras, en una casa se come pavo, en la otra jamón, en una familia la celebración podría ser muy espiritual con oraciones, en la otra podría ser una gran fiesta ajena a lo religioso. Es posible que en una familia lluevan los regalos, y en la otra la costumbre sea de regalar solo a los niños. Podría ser que una familia celebre el adviento y la otra no conozca esto. La clave es aceptar y respetar las diferencias entre las dos familias, es una señal de amor y madurez; por el contrario adoptar una actitud de comparación, queja y crítica, solo aumenta el conflicto y aleja a la pareja.

Aceptando las decisiones de tus hijos casados:

Cuando una pareja tiene hijos que ya se han casado y formado sus propias familias, les toca enfrentar el hecho de no tener a la familia completa durante las fiestas y compartir a su hijo con su nueva familia y nuevas tradiciones. Tienen que enfrentar el hecho de que ellos decidan no querer continuar con las tradiciones que les han enseñado y quieran crear las suyas. La pareja puede pasar por momentos de dolor pensando en el rechazo o la deslealtad de sus hijos, o es mejor, sentir que los han criado en libertad, y esa libertad les permite escoger sin ataduras. No significa rechazo o desamor, sino que ya crecieron y deben ir hacia donde su corazón los lleve junto a la pareja que han escogido y más bien abrazar el cambio con respeto y amor.

¿Suegros/papás metidos? ¿Que hago si nos parece que toman una decisión equivocada?

Habrá ocasiones en que una decisión tomada por nuestros hijos nos preocupe mucho, pues pensamos que será una mala decisión que podría traerles consecuencias que ellos no están previniendo por su juventud, y consideramos que ven los posibles resultados de forma ingenua,banal o inmadura. Si esto sucediera, es importante que conversemos con nuestro hijo o hija, a solas,(no con su esposo o esposa) y con argumentos claros le expliquemos nuestra franca preocupación de por qué nos parece una decisión equivocada.

El objetivo del diálogo no debe ser tratar de convencerlos, sino conducirlos a analizar los motivos que los llevan a tomar esta decisión, y compartir nuestro punto de vista contribuyendo a una reflexión sobre el tema. Finalmente la decisión será de ellos, pero sabremos que hicimos lo correcto al no callar y ver los toros de lejos; sino, atrevernos a compartir nuestra forma de pensar de manera sincera. Una conversación positiva con la que se pretende educar, no debe llevar a los padres e hijos a ningún tipo de ruptura, por el contrario debe favorecer la unión y brindar al hijo la alegría de saber que cuenta con padres a quienes le importa, y que lo serán por siempre. Cuida al conversar con tu hijo lo siguiente:

  • Un diálogo positivo es el que respeta la opinión del otro.
  • Si has expuesto tu opinión y tu hijo tiene clara su propia opinión aprende a que la diferencia no tiene porqué separarlos, ni resentirlos.
  • El diálogo es sobre el punto en referencia, no sobre las personas, evita adjetivos negativos o acusaciones, con eso no aportas en positivo al diálogo sincero.
  • No te tomes personal la opinión o decisión de tu hijo.
  • Recuerda que al igual que lo hiciste tú, el ya es dueño de su vida.
  • El amor entre padres e hijos es gratuito.  No está sujeto a que me complazca o no con una decisión.
  • Los desacuerdos son válidos, no tienen porqué resentir a las partes involucradas.
  • Respetar a la nueva pareja de casados como una unidad distinta a sus padres.

La relación suegra-nuera: ¿Cuales son mis expectativas? ¿Cómo mejorarla?

Siempre que se hace una broma sobre la suegra se hace alusión a la relación yerno-suegra, como si allí existiera alguna dificultad, cuando en realidad no la hay. Usualmente la relación del yerno con la suegra y viceversa es armoniosa, diplomática, a veces más cercana otras más distante, pero en resumen podríamos calificarla de buena, pues rara vez nos enfrentamos a relaciones conflictivas en la que las dos partes se hieren mutuamente y se viven resentimientos profundos. Pero nadie se atreve a bromear sobre la relación suegra-nuera, pues seguramente se pusiera el dedo sobre la llaga y se heriría más de una sensibilidad por algún conflicto pasado no olvidado o muy presente, sobre los que no se puede hablar, peor aún bromear . Siempre me he preguntado que es lo que sucede que ésta relación históricamente ha traído conflicto a sus partes. Porque no es que la nuera se queja en exclusiva de la suegra con la que se lleva mal, sino que la suegra también se queja de ésta nuera que nunca está a la altura de las circunstancias, y siempre se equivoca tanto en lo que hace como en lo que dice. A la vez encontramos parejas de suegra-nuera que se llevan de mil maravillas y nos preguntamos que es lo que hace que en una misma familia una suegra se lleve tan bien con una nuera y mal con otra. La dificultad en esta relación tan compleja y que en ocasiones puede llegar a ser muy dolorosa para las partes involucradas en el conflicto, tiene sus orígenes en las EXPECTATIVAS MUTUAS.

Las expectativas de la relación suegra-nuera

Han escuchado alguna vez cuando alguien se va a casar que la gente dice a la madre del novio: Vas a perder un hijo!! Y ella contesta feliz: no!!! Voy a ganar una hija!!!, pues sinceramente, con generosidad y amor siente que la que va ha ser mujer de su hijo y va a formar parte de su familia la recibe como a una hija más, más aún si siempre soñó con tener una hija, o la que tiene siempre fue muy independiente y autónoma . En este caso las expectativas son explícitas, pero hay otros en que las expectativas no se expresan, pero sí existen.   Estas expectativas tienen que ver con el rol que la nuera tendrá con respecto a la suegra, al hijo, a los nietos, como ama de casa y profesional.  La suegra podría imaginarse a una nuera super profesional, organizada, independiente, con la que se va a ver pasando un domingo, o podría imaginarse una nuera que la llame pasando un día a ver como se siente, la visite dos tardes a la semana y consienta a su hijo en lo mismo en que hacía ella.   Esta expectativa puede o no ajustarse a la realidad. A la vez la nuera tiene también sus expectativas con respecto a la que será su suegra, igual que aquella podría tenerlas claras como implícitas. Podría imaginarse una suegra amorosa con su hijo, que esté pendiente siempre por lo que sucede con los nietos, que la ayude a llevarlos y traerlos de la escuela, que sea un apoyo en su vida, o tal vez piensa que su suegra sería una persona muy prudente que deje a la pareja sola, pues es una persona profesional que reune a la familia los domingos y además los deja en libertad si es que quieren ir o no. Existen varias alternativas. Si las expectativas de la suegra y la nuera coinciden, la relación será muy buena, pues se desenvolverá en un ambiente de tranquilidad y armonía, en donde habrá satisfacciones recíprocas. Si es que hay diferencias, pero mayoritariamente son coincidencias, la relación tendrá mucho éxito, a veces con un poco más de esfuerzo por alguna de sus partes. Si las expectativas no tienen puntos de coincidencia, o tienen muy pocos, la relación seguramente será conflictiva, tensa, pudiendo llegar a existir grandes resentimientos, incluso un alejamiento de la casa de los abuelos. Es frecuente escuchar: “No entiendo a mi suegra, tiene estos nietos tan lindos y parece que no le interesaran, jamás los ve” o, “Quién entiende a mi suegra, se pasa resentida porque no la llamo ni la visito”, o “Porqué será que cada vez que vamos a casa de tus padres tu madre se las arregla para hacerme sentir mal….. no quiero ir”. Por el otro lado dicen: “Esta ni;a, si que es exagerada, no deja que mis nietos hagan nada, yo si les doy permiso”, o, “trabaja el día entero, tiene botado a mi hijo y a mis nietos”, “es una ingrata, nunca nos visita, nos a alejado de nuestro hijo y nietos” Cada una de estas frases es real, cada una responde a una expectativa y realidad diferentes.  Si nos ponemos en el zapato del otro podríamos llegar a entender el porqué el otro actúa de esa manera. Tras la nuera que dice que no entiende como su suegra no visita a los nietos encontramos a una mujer que pensaba que su suegra sería una abuelita muy presente, pero la suegra eligió como estilo de vida una vida profesional activa, y además le cuesta intimidar, prefiere las relaciones distantes……si entendemos esto, ya no vamos a esperar de ella algo que le es muy difícil dar.   Para la suegra que dedicó su vida a ser ama de casa, le puede costar aceptar que su nuera trabaje, y además que esta sea una decisión de pareja, pues necesitan los dos ingresos, si ella ve este lado de la moneda, podría ayudarla en tolerar más la situación, aunque nunca la haga feliz. 

El diálogo entre la suegra y la nuera:

Será que en algún momento podremos conversar sobre lo que nos molesta, como dos adultos, sin caer en hacer caras antipáticas o comentarios en doble sentido. Es típico que a las nueras nos moleste ciertas cosas que hace nuestra suegra que sabe que nos disgusta. Por ejemplo, típico que la abuelita siempre quiere darle gusto a los nietos, y que a sabiendas que la nuera le tiene prohibido a los niños tomar coca cola, ésta se los dá. Qué sucede, la nuera se pone furiosa ante la desautorización que le hace su suegra, y tiene toda la razón, pero a la vez la abuelita también tiene toda la razón de querer darle un gusto a los nietos. Entonces qué hacer: Siempre es una posibilidad que la una le diga a la otra, suegra: “ usted sabe lo que me molesta que mis hijos tomen coca, le agradecería que cuando estén en su casa, como sé que para usted es una forma de darles gusto, le de solo un vaso”, o “que les de gusto con alguna otra cosa”. De esta forma nos comunicamos de manera positiva expresando lo que esperamos de la otra persona, cediendo un poco, pero a la vez ganando una buena relación, y nos evitamos el disgusto y la mala cara…….Estoy segura que en este caso la abuelita agradecerá el comentario, y dejará de ser la coca cola una batalla en la relación. Siempre estamos buscando el cambio del otro, “cuando será que por fin va a cambiar?”, en vez de confrontar la expectativa que tengo sobre ella, con cual es la necesidad mía que hace que esa expectativa exista, con el conocerla, pues si la conozco y me conozco a mí misma me daré cuenta que tengo falsas expectativas y me ayudará a aceptar a la persona sin tratar de cambiarla, un poco dejar morir esa idea de lo que yo pensaba que tenía que ser una suegra, o de lo que debería ser mi nuera, y aterrizar a la realidad, en la que pueda aprender a valorar a la otra persona y a partir de allí procurar tener una buena relación, pensando más en qué tengo que cambiar yo para llevarme mejor con ella. Pueda ser que alguien que esté leyendo este artículo piense, “es que ella no conoce a mi suegra”, “no se imagina lo que hace mi nuera”, “si la conociera, me diera la razón” , “ es imposible que ella cambie”, pero si cada una de nosotras aprende a conocer, aceptar a la otra, a valorarla, no esperaremos de ella palabras que no nos puede decir, detalles que no nos pueda dar, o reacciones que para ella son inpensables, pero le daremos la oportunidad de que desde su forma de ser nos enseñe algo nuevo , pues estamos abiertos a conocerla, y si a pesar de todo no nos termina de caer bien, siempre podremos respetarnos como dos seres humanos por los que vale la pena vivir. 

Quejas comunes de las suegras

Frases que escuchamos de la suegra: “A mi niño no le dan sopita, y él siempre toma su sopa, pobrecito”

Es muy probable que tu hijo se acostumbre a no tomar sopa, y aprenda a ser feliz sin la sopa, pues eso no es un tema significante para que un matrimonio funcione o no. Seguramente está tan bien en general que ni ha percibido que le falta la sopa. El problema es que a las mamás nos cuesta entender que nuestros hijos pueden ser felices sin nosotras. La realidad es que serán felices con sus parejas, y también con sus padres, pero cada uno ocupando su lugar.

“Mi bebé se pasa sola… este chico la tiene abandonada…”

Cada pareja va definiendo el tiempo que comparten, el tiempo para amigos, para trabajo, para deportes. Justamente la negociación de éste es muy importante en la pareja que empieza, y lo que tu hija necesita es una madre fuerte que la aliente, no que le dé la razón y la haga sentirse víctima. Si esto es un problema para ella, apóyala para que dialogue de forma positiva con su esposo; pues podría serlo solo para ti y ella estar feliz porque tiene tiempo para otras cosas de las que disfruta sola, pues es diferente a tí.

Apóyalos a crecer, dialogar, negociar y caminar a la autonomía de la nueva pareja.

Cómo escoger el vestido perfecto para la mamá de la novia

Sin duda la mamá de la novia es la segunda protagonista del evento, por eso sigue estos tips que te ayudaran a escoger el vestido ideal para la mamá de la novia en esa noche tan importante!

Influencia de la familia política en la relación de pareja

Cuando una pareja decide consolidar su relación e iniciar su vida en común es aconsejable que antes de dar este paso, se comuniquen abierta y claramente sobre los límites que ambos, como una nueva empresa matrimonial, delinearan a sus familias de orígenes respectivamente.

Influencia de la familia política en la relación de pareja

La pareja pocas veces prevé que el proceso de separarse de la familia de origen para formar una nueva familia y consolidarse como matrimonio resulta en muchas ocasiones bastante complejo y difícil de manejar, convirtiéndose en un factor estresante, adicional al que de por si la pareja tiene que enfrentar en los primeros años de vida matrimonial. En este proceso de ajuste y acoplamiento inicial, la pareja, necesita de un espacio que debe ser exclusivo de ellos y que por lo tanto debe respetarse. En este espacio se dará inicio a la conformación de su propia identidad como pareja, identidad que se forjara tomando ciertos aspectos de sus respectivas familias y desechando otros, delineando así su propio decálogo de normas, reglas, limites y funciones a seguir en su nuevo hogar.   Si la pareja no ha sido capaz o no ha sabido negociar los limites que deben tener sus familias en su hogar, se propiciara   la involucración de terceros en funciones que le competen única y exclusivamente a la pareja, generando tensión y conflicto en la relación de pareja. Si esto sucede es al esposo/a a quien le corresponde poner límites hacia su propia familia sin sentir que está traicionando a la misma por apoyar a su esposa/o. Es indispensable que ambos corten el cordón umbilical para establecer un vinculo conyugal desligado de las opiniones de sus padres; ya que al seguir atados emocionalmente a sus familias hará que cada uno trate inconscientemente de complacer o agradar más a su madre/padre que a su esposo/a, quedando atrapado en una guerra de lealtades invisibles, que a largo plazo detonara como una bomba de tiempo que puede ocasionar la ruptura definitiva del matrimonio. En este proceso de desprendimiento me gustaría destacar que el papel que juega la madre (suegra) en la consolidación del nuevo hogar es de vital importancia, debido a que el proceso de cortar el cordón umbilical es de dos vías, no es exclusivo del hijo/a sino también de la madre , qué o quién:

  • En muchas ocasiones se le dificulta este proceso porque no acepta que ya no tiene el protagonismo de antes en la vida de su hijo/a en esta nueva etapa.
  • Se sienten insatisfechas con sus propias vidas y necesitan que sus hijos llenen las carencias de las que son portadoras, esperando la saquen de su soledad.
  • Madres separadas, divorciadas o viudas que han forjado una relación madre/hijo de sobreprotección y cuidados mutuos a quien después de casados agobian con sus excesivas demandas de tiempo, dinero, etc., imposibles de satisfacer; y que a la larga traerá como consecuencia el alejamiento no solo de su hijo sino el rechazo de su nuera/yerno, alejamiento que será vivenciado por la madre como traición de su hijo/a, responsabilizando a su nuera/yerno de dicha traición y alejamiento.
  • Se sienten inseguras y temen perder a su hijo/a y ser reemplazadas y olvidadas por su nuera/yerno, generando competencia por la lucha del afecto del hijo/a.
  • Madres que se sienten con el derecho de pensar, opinar e intervenir en el nuevo hogar ya que su hijo/a no son independientes económicamente y dependen de sus padres.

Por último con el pasar del tiempo es muy probable que la nueva familia crezca y los abuelos interfieran más de la cuenta en aspectos relacionados a la educación y formación de sus nietos, debido a que han establecido normas muy rígidas que esperan que sus hijos respeten y perpetúen. Lo funcional es crear un clima en donde los abuelos puedan dar su opinión sobre la educación de los chicos mas no modificarla. Es vital que los abuelos no desautoricen a los padres más allá de que estén o no de acuerdo con ellos. La premisa básica es que la pareja desempeñe su rol como figuras de autoridad frente a sus hijos y los abuelos desempeñen una función de apoyo, respetando las decisiones que la pareja de padres tomen. Las familias políticas ejercen una gran influencia en la conformación de la nueva pareja y son de gran importancia, pero cuando un miembro se encuentra inmerso en una guerra de lealtades familiares, atrapando a los protagonistas, resulta muy difícil llegar a acuerdos con la familia extensa, por lo que los conflictos emergen ya que no se ha sabido marcar y diferenciar los roles y los limites desde un principio. Indiscutiblemente que el ingrediente esencial para la conformación de una nueva familia es el amor; sin embargo se requiere de ambos miembros de la pareja madurez, respeto y capacidad de negociar diferentes aspectos para la consolidación del vínculo conyugal…..y de un gran esfuerzo para superar el reto de ser hijo/a y esposo/a a la vez. 

¿Suegra tóxica?

Siempre que se hace una broma sobre la suegra se hace alusión a la relación yerno-suegra,  como sí allí existiera alguna dificultad, cuando en realidad no la hay.  Usualmente la relación del yerno con la suegra y viceversa es armoniosa, diplomática, a veces más cercana otras más distante, pero en resumen podríamos calificarla de buena, pues rara vez nos enfrentamos a relaciones conflictivas en la que las dos partes se hieren mutuamente y se viven resentimientos profundos. Pero nadie se atreve a bromear sobre la relación nuera-suegra, pues seguramente se pusiera el dedo sobre la llaga y se heriría más de una sensibilidad por algún conflicto pasado no olvidado o muy presente, sobre los que no se puede hablar, peor aún bromear . Siempre me he preguntado que es lo que sucede que ésta relación históricamente ha traído conflicto a sus partes. Porque no es que la nuera se queja en exclusiva de la suegra con la que se lleva mal, sino que la suegra también se queja de ésta nuera que nunca está a la altura de las circunstancias, y siempre se equivoca tanto en lo que hace como en lo que dice. A la vez encontramos parejas de nuera-suegra que se llevan de mil maravillas y nos preguntamos que es lo que hace que en una misma familia una suegra se lleve tan bien con una nuera y mal con otra. La dificultad en esta relación tan compleja y que en ocasiones puede llegar a ser muy dolorosa para las partes involucradas en el conflicto, tiene sus orígenes en las EXPECTATIVAS MUTUAS sobre lo que su relación debería ser.

 

Expectativas sobre la suegra y la nuera

Han escuchado alguna vez cuando alguien se va a casar que la gente dice a la madre del novio: "¡Vas a perder un hijo!" Y ella contesta feliz:" no !Voy a ganar una hija!", pues sinceramente, con generosidad y amor siente que la que va ha ser mujer de su hijo y va a formar parte de su familia la recibe como a una hija más, más aún si siempre soño con tener una hija, o la que tiene siempre fue muy independiente y autónoma . En este caso las expectativas son explícitas, pero hay otros en que las expectativas no se expresan, pero sí existen.   Estas expectativas tienen que ver con el rol que la nuera tendrá con respecto a la suegra, al hijo, a los nietos, como ama de casa y profesional.  La suegra podría imaginarse a una nuera super profesional, organizada, independiente, con la que se va a ver pasando un domingo, o podría imaginarse una nuera que la llame pasando un día a ver como se siente, la visite dos tardes a la semana y consienta a su hijo en lo mismo en que hacía ella.   Esta expectativa puede o no ajustarse a la realidad. A la vez la nuera tiene también sus expectativas con respecto a la que será su suegra, igual que aquella podría tenerlas claras como implícitas. Podría imaginarse una suegra amorosa con su hijo, que esté pendiente siempre por lo que sucede con los nietos, que la ayude a llevarlos y traerlos de la escuela, que sea un apoyo en su vida, o tal vez piensa que su suegra sería una persona muy prudente que deje a la pareja sola, pues es una persona profesional que reúne a la familia los domingos y además los deja en libertad si es que quieren ir o no. Existen varias alternativas. Si las expectativas de la suegra y la nuera coinciden, la relación será muy buena, pues se desenvolverá en un ambiente de tranquilidad y armonía, en donde habrá satisfacciones recíprocas. Si es que hay diferencias, pero mayoritariamente son coincidencias, la relación tendrá mucho éxito, a veces con un poco más de esfuerzo por alguna de sus partes. Si las expectativas no tienen puntos de coincidencia, o tienen muy pocos, la relación seguramente será conflictiva, tensa, pudiendo llegar a existir grandes resentimientos, incluso un alejamiento de la casa de los abuelos. Es frecuente escuchar: “No entiendo a mi suegra, tiene estos nietos tan lindos y parece que no le interesaran, jamás los ve” o, “Quién entiende a mi suegra, se pasa resentida porque no la llamo ni la visito”, o “Porqué será que cada vez que vamos a casa de tus padres tu madre se las arregla para hacerme sentir mal… no quiero ir”. Por el otro lado dicen: “Esta ni;a, si que es exagerada, no deja que mis nietos hagan nada, yo si les doy permiso”, o, “trabaja el día entero, tiene botado a mi hijo y a mis nietos”, “es una ingrata, nunca nos visita, nos a alejado de nuestro hijo y nietos” Cada una de estas frases es real, cada una responde a una expectativa y realidad diferentes.  Si nos ponemos en el zapato del otro podríamos llegar a entender el porqué el otro actúa de esa manera. Tras la nuera que dice que no entiende como su suegra no visita a los nietos encontramos a una mujer que pensaba que su suegra sería una abuelita muy presente, pero la suegra eligió como estilo de vida una vida profesional activa, y además le cuesta intimidar, prefiere las relaciones distantes...si entendemos esto, ya no vamos a esperar de ella algo que le es muy difícil dar.   Para la suegra que dedicó su vida a ser ama de casa, le puede costar aceptar que su nuera trabaje, y además que esta sea una decisión de pareja, pues necesitan los dos ingresos, si ella ve este lado de la moneda, podría ayudarla en tolerar más la situación, aunque nunca la haga feliz.

 

El diálogo

Será que en algún momento podremos conversar sobre lo que nos molesta, como dos adultos, sin caer en hacer caras antipáticas o comentarios en doble sentido. Es típico que a las nueras nos moleste ciertas cosas que hace nuestra suegra que sabe que nos disgusta. Por ejemplo, típico que la abuelita siempre quiere darle gusto a los nietos, y que a sabiendas que la nuera le tiene prohibido a los ni;os tomar coca cola, ésta se los da. Qué sucede, la nuera se pone furiosa ante la desautorización que le hace su suegra, y tiene toda la razón, pero a la vez la abuelita también tiene toda la razón de querer darle un gusto a los nietos. Entonces qué hacer: Siempre es una posibilidad que la una le diga a la otra, "suegra:  usted sabe lo que me molesta que mis hijos tomen coca, le agradecería que cuando estén en su casa, como sé que para usted es una forma de darles gusto, les de solo un vaso”, o “que les de gusto con alguna otra cosa”. De esta forma nos comunicamos de manera positiva expresando lo que esperamos de la otra persona, cediendo un poco, pero a la vez ganando una buena relación, y nos evitamos el disgusto y la mala cara...Estoy segura que en este caso la abuelita agradecerá el comentario, y dejará de ser la coca cola una batalla en la relación.

 

La aceptación

Siempre estamos buscando el cambio del otro, “cuando será que por fin va a cambiar?”, en vez de confrontar la expectativa que tengo sobre ella, con cual es la necesidad mía que hace que esa expectativa exista, con el conocerla, pues si la conozco y me conozco a mí misma me daré cuenta que tengo falsas expectativas y me ayudará a aceptar a la persona sin tratar de cambiarla, un poco dejar morir esa idea de lo que yo pensaba que tenía que ser una suegra, o de lo que debería ser mi nuera, y aterrizar a la realidad, en la que pueda aprender a valorar a la otra persona y a partir de allí procurar tener una buena relación, pensando más en qué tengo que cambiar yo para llevarme mejor con ella. Pueda ser que alguien que esté leyendo este artículo piense, “es que ella no conoce a mi suegra”, “no se imagina lo que hace mi nuera”, “si la conociera, me diera la razón” , “ es imposible que ella cambie”, pero si cada una de nosotras aprende a conocer, aceptar a la otra, a valorarla, no esperaremos de ella palabras que no nos puede decir, detalles que no nos pueda dar, o reacciones que para ella son insoñables, pero le daremos la oportunidad de que desde su forma de ser nos enseñe algo nuevo , pues estamos abiertos a conocerla, y si a pesar de todo no nos termina de caer bien, siempre podremos respetarnos como dos seres humanos por los que vale la pena vivir.

Mi suegra consiente mucho a mi hija de dos años

Tengo una niña de 2 años, yo trabajo, mi esposo también, la niña se queda en casa de mi suegra todos los días, pues ella no trabaja y se ofreció en ayudarnos a cuidarla. Me siento frustrada y muy molesta porque ella le da todo gusto a mi hija con lo cual mi esposo está de acuerdo, y cuando la niña pasa en mi casa no quiere obedecer nada… Mi esposo dice que los abuelos son para consentir y que el no ve la necesidad de conversar con su mamá. ¿Qué puedo hacer? Mónica

Mi suegra consiente mucho a mi hija de dos años

Querida Mónica: Conciliar la vida profesional con la vida familiar es una tarea importante para una madre de familia. Contar con un familiar que te apoye cuidando a tu hija mientras tu esposo y tu trabajan es realmente uno de los retos más importantes, pues una de las dificultades más grandes es que haya alguien confiable y cuidadoso a quién poder delegar. En tu caso eso no es un problema, pues afortunadamente tu suegra está dispuesta a realizar la tarea, así ayuda a su hijo y a ti. Así como es una maravilla que la abuelita pueda hacerse cargo de la nieta mientras su hijo y nuera trabajan, así también hay riesgos que tienen que ver esencialmente con la educación y la posibilidad de contradicción en la forma entre lo que los padres quieren hacer con su hijo y lo que los abuelitos piensan que se debe hacer. Definitivamente dos estilos muy distintos, en dos roles diferentes.

Los estilos de educación:

Existen distintos estilos de educación, hay quienes son sobreprotectores, hay otras personas permisivas, o quienes educan con amor y firmeza. La dificultad radica en que el rol de abuelitos se distancia del rol de padres al ser mucho más permisivo y consentidor, en dónde hay ausencia de límites pues ellos ya no educan, ellos hacen las veces de abuelos. Esta figura, la de abuelos, cambia bastante cuando se convierten en los cuidadores de los nietos, pues al compartir con ellos a lo menos 8 horas diarias se ven enfrentados a la necesidad de educarlos. Esto no siempre sucede, hay muchos abuelitos que permanecen en su rol sin asumir la función de educador.

El desacuerdo:

Cuando esta figura se da, aparece el desacuerdo entre los padres que van a trabajar y los abuelos que cuidan al nieto, pues ellos están colaborando de la mejor manera que pueden y podrían sentirse criticados por sus hijos.

La solución:

Es muy importante que tu esposo tenga claro que existen estos dos roles, papás y abuelos, pero también cual es la diferencia entre los abuelos a los que se visita y la de los abuelos que cuidan diariamente al nieto, pues de continuar así la situación la única perdedora será tu hija que crecerá sin límites y siendo muy caprichosa. Les sugiero que tu esposo converse con su mamá y papá, no se trata de criticarlos, sino de agradecerles todo lo que hacen, pero además pedirles ciertos límites para su hija. No tienen que convertirse en los super educadores con miles de reglas, pero sí unas pocas reglas indispensables para la convivencia. Estas ustedes podrían comunicárselas y pedirles ayuda con esto cuando la niña esta en la casa de ellos, explicándoles que en su casa hay más reglas, pero que para casa de los abuelos necesitan ayuda con unas cuantas. Las reglas deberían ser en base a la forma de educar de ustedes, por ejemplo: Que después de comer ya no le den dulces a cada rato, que debe esperar al snack de la tarde, que no le den de beber coca sino agua, que intenten mantener los horarios.  Recuerda que debes elegir lo más importante, los aspectos más significativos,  pues ellos ya educaron a sus hijos y será complicado que puedan hacer todo lo que tú quisieras, habrán algunos aspectos que deberás poder pasar por alto. Un diálogo sincero, abierto en el que se expresa lo que se siente y se trasmite con mucho amor, buscando el bienestar para otro y evitando la crítica, será siempre el mejor camino para que una relación crezca. ¡Gracias por escribirnos, te deseamos lo mejor! 

 

 

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