Ted Bundy fue ejecutado en Enero de 1989 en Florida (U.S.A.), por la violación y el asesinato de una niña de 12 años. También se le condenó por otros 2 crímenes iguales contra 2 muchachas mayores; después de la sentencia, Bundy se confesó autor de 20 homicidios más.

Poco antes de morir, él reveló en una entrevista, que su frenesí de violencia tuvo origen en su fascinación juvenil por la pornografía. Según declaró, aquella adicción lo condujo a explorar material pornográfico cada vez más brutal, llevándolo finalmente a la violencia sexual.

La pornografía implica la descripción de escenas sexuales que se muestran tal y como se realizan; también se encuentran, bajo esta denominación, todas aquellas gráficas de mujeres u hombres desnudos - o semidesnudos- mostrando sus órganos genitales, aunque no estuvieran realizando ningún acto sexual. Estas imágenes que se producen para materiales impresos, televisión, internet, videos o cines, van a permanecer grabadas en la mente de la persona que las observa; el subconsciente toma todo lo que ve, lo descifra, piensa sobre ello y archiva totalmente la información.

El Dr. Víctor Cline, profesor de la Universidad de Utah, dice que hay 4 efectos de la pornografía

1.  Estimulan y despiertan sentimientos sexuales agresivos;
2.  muestran e instruyen en detalle cómo hacer el acto;
3.  el acto, en un sentido, se ha hecho legítimo por repetidas exposiciones, y
4.  incrementan la disposición del individuo a actuar tal como ha visto.

Y ésta es la conclusión a la que llegaron los investigadores norteamericanos Dolf Zillman, de la Universidad de Indiana y Jennings Bryant, de la Universidad de Houston, luego de estudiar los efectos de la pornografía:

“Los hallazgos no dejan lugar a duda, que la repetida exposición a la pornografía común, es capaz de alterar las percepciones y disposiciones hacia la sexualidad y las relaciones formadas sobre esa base”.

En su minucioso estudio, ellos encontraron que la pornografía hace creer a la gente:

• Que el más grande placer sexual viene sin necesidad de compromiso; • Que la pareja piensa que no hay problemas en ser infieles el uno al otro; • Que se corren riesgos de salud reprimiendo el deseo sexual; • Que la promiscuidad es cosa natural; • Que los hijos son una desventaja y una carga. Lea también: Mi pareja ve fotos de mujeres semidesnudas

El investigador canadiense James Check, de la Universidad de Nueva York, encontró que la pornografía llamada pasiva (la que se proyecta en ciertas series de la televisión, videos, cine, material impreso, internet), incita - igual que la pornografía violenta - los deseos para cometer violación u otros abusos sexuales.

El doctor Zillman manifestó, que la investigación hecha por el Dr. Check, tenía muchas repercusiones para la Salud Pública. Muestra que, en general, la pornografía común tiene una fuerte influencia sobre la voluntad de los hombres, para forzar a sus parejas a realizar actos sexuales que no serían de su agrado.

Los hallazgos de Check demostraban que la exposición a la pornografía pasiva, genera en el hombre la falsa idea de que cuando la mujer dice “no”, en realidad está diciendo “sí”, y que al final no sólo desecha el “no”, sino que aún disfruta de cualquier proposición sexual que se le haga.

En cuanto a la pornografía infantil, el lobby pedófilo o pederasta aparece cada vez más en las grietas de las familias en crisis, y encuentra terreno fértil en una “mentalidad progresista”, que considera normal la atracción por los niños.

Es la señal de alarma lanzada por Fortunato Di Noto, presidente de una Asociación pionera en la lucha contra la pedofilia o pederastia, que trabaja en primera fila en la tutela de menores y tiene su sede nacional de Italia en Avola, en la provincia de Siracusa.

“Lo más peligroso es la existencia de un profundo substrato, muy consolidado en todo el mundo, explica Di Noto en una entrevista a ZENIT. La pedofilia o pederastia no está ligada únicamente al corrupto de turno, sino que casi se ha convertido en un fenómeno cultural que está ganando cada vez más terreno”.

Di Noto habla de la existencia de una verdadera y propia “cúpula pederasto-criminal”, con una facturación (financiación) de más de 13 mil millones de euros, que usa redes sociales como Facebook para hacer propaganda de su propio “credo” y comercializar el material pederasto-pornográfico.

En ciertas regiones, el drama implica a unos 200.000 menores al año, víctimas de la pornografía y de la explotación sexual.

A esta plaga se ha añadido recientemente la nueva perversidad de la infantofilia, descubierta y denunciada por primera vez en 2002, que involucra a niños de edad muy temprana, desde los pocos días a los dos años.

Según el informe presentado el 16 de septiembre pasado en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, son más de 750.000 los “depredadores” sexuales a la caza de niños conectados a internet de modo continuado.

Di Noto afirma que en los últimos siete años de actividad social y tutela de la infancia, ha señalado oficialmente a la Policía Postal Italiana y a las policías de diversos países del mundo 53.290 sitios pederasto-pornográficos.

En la raíz de la proliferación de esta plaga social, Di Noto identifica “una profunda emergencia educativa, y una crisis sustancial que afecta a la familia”.

“Y en el momento en que la familia está en crisis educativa, económica, de relaciones y con padres ausentes, esto hace aparecer un vacío que los pederastas o pedófilos, aunque nadie lo quiera, van a llenar”.

Mi nieto, acaba de cumplir 13 años y lo encontré viendo pornografía en el internet, se que esta curiosidad es normal, pero quisiera que me indiquen como lo educo sobre sexo.

M.

Estimado M

Su consulta es muy válida, pues aunque existe una curiosidad natural en los preadolescentes por todo lo relacionado al sexo, siendo una edad en que satisfacen esta curiosidad a través de mirar pornografía o fotos de mujeres desnudas, es un comportamiento que debe ser educado, pues es la puerta para quedarse enganchado en algo que podría acompañarlo el resto de su vida perjudicando su propia vida sexual y la relación afectiva con su pareja a futuro.

Los 13 años en los varones es una edad en la que en su mayoría a comenzado a tener poluciones nocturnas, lo que marca que el desarrollo de los órganos sexuales está completo, por lo tanto la capacidad de iniciar sus funciones también.  Pero claro está que el desarrollo piscológico y social no los capacita todavía para iniciar una vida sexual activa, lo que crea en ellos una gran incertidumbre, pues experimentan ciertos impulsos sexuales sin la posibilidad de vivirlos completamente, pues en realidad son todavía unos niños que empiezan a sentirse un poco más grandes.  Ellos a esta edad inician el viaje a la adolescencia en el cual se descubrirán a sí mismos ganando madurez e independencia en el camino a ser adultos.

Qué hacer si descubres que tu hijo vió pornografía

En primer lugar hay que explicarle los cambios por los cuales está atravesando y qué es lo que esto significa en su vida, me refiero a explicarle que sentirá curiosidad por ver escenas sexuales o mujeres, y que esa curiosidad es natural, como es natural el placer que experimentará al mirar, pero eso no quiere decir que deba alimentar la curiosidad, y luego el deseo, cada vez que lo sienta.  Que en éste proceso es importante desarrollar la fuerza de voluntad para abstenerse de darse gusto cada vez que sienta deseo, que hay medios que lo podrán ayudar como salir a descargar adrenalina de alguna forma, como trotar, jugar fútbol, desgastar esas energías a través de una actividad saludable para él como el deporte.  Fomentar los deportes a esta edad puede convertirse en un antídoto contra la pornografía, pues a más horas de deporte, menos horas de estar frente a una pantalla viendo porno.

Sentirá curiosidad por ver escenas sexuales o mujeres, y que esa curiosidad es natural, como es natural el placer que experimentará al mirar, pero eso no quiere decir que deba alimentar la curiosidad, y luego el deseo, cada vez que lo sienta.

El mundo digital a puesto la pornografía en la mano del adolescente, ya no es como antiguamente que los chicos tenían que ingeniarse para conseguir una revista playboy para mirarla a escondidas, o alguna película en vhs...hoy está a un clic, lo cual lo hace mucho más sencillo de obtener y mucho más difícil de autocontrolarse para no  hacerlo.  A lo cual le sumamos la presión de grupo de sus propios amigos que hablan y comentan todo lo que están mirando, recomendando páginas para que los otros vean y luego convertirlo en tema de conversación que los dejará dentro o fuera del grupo.  La presión de grupo realmente les complica la situación, por lo cual es indispensable conocer en qué están sus amigos, pues en la medida en que estos sean sanos, menos tentación tendrá el chico.

Habrá que fortalecerlo para que  a pesar de la presión de grupo el pueda decidir no ver pornografía, porque está convencido que no es bueno para él.  La pornografía en la medida en que se ve, se va creando un vicio, que como cualquiera de ellos lo que hace es que cada vez se quiera más y no se pueda parar... de tal forma que se queda atrapado en ella.

Mi experiencia profesional, a través del testimonio de muchas parejas atendidas, me dice que en la medida en que los esposos son personas que han estado en pornografía desde su adolescencia como un hábito natural y cotidiano, llegan a afectar gravemente la vida sexual dentro de su matrimonio, muchos de ellos intentan vivir su vida sexual matrimonial igual que si fuera una película pornográfica, y si no llegan a obtener el placer como se ve en la película o experimentan lo misma que se ve en ella, creen que no está funcionando algo en la sexualidad de la pareja... y una cosa es la vida real y otra una película... una cosa es la pornografía y otra muy distinta es el AMOR.

A los jóvenes debemos prepararlos para vivir el amor conyugal, el cual implica una sexualidad plena, en la cual vivirán el placer junto al amor de forma indivisible, muy distinto a la pornografía que es el placer por el placer desvirtuado, como fin último.

Mi experiencia profesional, a través del testimonio de muchas parejas atendidas, me dice que en la medida en que los esposos son personas que han estado en pornografía desde su adolescencia como un hábito natural y cotidiano, llegan a afectar gravemente la vida sexual dentro de su matrimonio

Acciones a ejecutar:

Conversa con tu nieto sobre esto, sin temor, él te sentirá un abuelo cercano que se atrevió a meterse en algo que considera importante.  No se trata de escandalizarse y satanizar lo ocurrido, se trata de ayudarlo a que tenga una sexualidad saludable y de acuerdo a su madurez.

Conversa con los padres de tu nieto, procurando que ellos no se escandalicen para luego tener una posición acusatoria a su hijo, tu nieto, pero como padres deben conocer lo que su hijo está teniendo curiosidad sexual.

Recomiéndales que conversen sobre sexo con su hijo, hoy en día pocos lo hacen, en un mundo en que hay tanto información, los padres no hablan de sexo con sus hijos.

Recomiéndales también que adquieran un software de control parental que bloquea pornografía, así estarán más tranquilos que su hijo ya no tiene acceso a ella.

Es necesario que los padres se preparen, que vayan a un curso o vean online chalas sobre educación sexual.

En Guayaquil existe un curso dictado por Orientar que acerca la brecha entre padres e hijos al promover el diálogo sobre sexualidad.

Espero que estas acciones le sean provechosas y pueda ser usted un puente entre su nieto y sus padres.