Los invita a ver el vídeo que Joey Salads realizó como parte de un experimento social para investigar ¿qué tan fácil es drogar a una chica?, y lo prueba.

No importa cuántas veces sus padres les dijeron que no hablen con extraños, o que en una discoteca no tomen de un vaso que no hayan visto que sirvan directamente de la botella.

Esto ocurre a la luz del día, donde disminuye el cuidado o están menos a la defensiva, pensando que nada puede pasar. Las chicas se muestran confiadas frente a un desconocido, no dudan de él, ni siquiera les parece posible que algo malo pueda suceder.

Pero es cierto, les pone la droga en el vaso sin que ellas lo noten. Creo que lo mismo le puede pasar a un chico. Los vendedores de drogas lo hacen desde hace mucho para crear más adictos y así conseguir nuevos clientes, y también los violadores, que al drogar a las chicas, tienen acceso fácil a ellas.

Debemos estar conscientes del peligro, sin que esto nos lleve a encerrarnos en casa, simplemente, hacernos cargo de nuestra responsabilidad, dudar de cuanto extraño se acerque, proteger nuestro vaso en todo momento, o tenerlo en la mano. De esta manera proteges tu integridad física y sicológica.