Desde hace mucho se escucha: “ya se pasó mi hora de aprender” o “si no aprendí de pequeña no lo lograré”. Leyendo sobre Neurociencias descubrí que esto se trata de un MITO, ya que nuestro cerebro cuenta con una particularidad llamada plasticidad.

¿De qué se trata la plasticidad?

La neuroplasticidad se refiere a la capacidad que tiene el cerebro para poder cambiar y adaptarse, y esto se da como resultado de la experiencia.

Según estudios preliminares, en el laboratorio de Michael Merzenich de la Universidad de California en San Francisco, reconocen que existen periodos críticos que dependen de la explosión de las conexiones neuronales y que decaen durante la vida. Sin embargo, nunca es demasiado tarde para que un cerebro aprenda trucos nuevos, y como el cerebro realiza interconexiones neuronales todo el tiempo, y no hay pruebas que muestren que una persona adulta no sea capaz de emprender estudios o aprender otro idioma.

Se puede afirmar que el cerebro de una persona adulta, cuenta con estrategias de pensamiento y hábitos de estudio que tal vez durante la infancia estas habilidades no se encontraban maduras y al poseerlas un adulto le permite avanzar rápido con nuevos aprendizajes.

A los niños le favorecen tres condiciones para aprender idiomas: 
1) la práctica
2) El tiempo que le dedica
3) No tener miedo a equivocarse.

Si un adulto toma el reto y cumple con estas condiciones: dedica tiempo, practica y sobre todo pierde el miedo a equivocarse, logrará alcanzar cualquier meta que se proponga gracias a la capacidad de plasticidad o reinvención que tiene nuestro cerebro.

¿Acepta el desafío y se anima a aprender un segundo idioma?