La influencia que ejerce el grupo de amigos en el preadolescente es trascendental.
Consideramos presión de grupo cuando un preadolescente tiene un comportamiento determinado, positivo o negativo, con el que no está necesariamente de acuerdo, con el ánimo de pertenecer al grupo y ser aceptado por sus miembros.
Para que pueda manejar adecuadamente esta presión es indispensable que tenga una autoestima positiva, y buena comunicación con sus padres; así, podrá tener la fuerza personal suficiente para no aceptar conductas negativas impuestas por el grupo, a pesar de correrse el riesgo de ser rechazado por éste. Esta autoestima es la que lo ayudará a reflexionar si se siente cómodo o no en ese grupo, y si lo conveniente, para él, sería buscar nuevos amigos, tomando decisiones pensadas en su bienestar.